Fue, claramente y como siempre sucede en estos casos, la última en enterarse. Como miles y miles de personas, ella estaba mirando Showmatch cuando observó, según inmortalizó Pampita aquella vez del motorhome, lo peor que puede ver una mujer. Su novio, Julián Serrano, había terminado de bailar en Showmatch y esperaba recibir el puntaje del jurado, pero Angel de Brito le salió con los tapones de punta. Cual aguerrido marcador central del ascenso profundo, se la dio en la tibia sin anestesia. “Dicen que te vieron en un boliche a los besos con Sofía Morandi. Bailaron toda la noche y terminaron abrazados y a los besos”, aguijoneó el periodista.
Sofía es neuquina y acompañó a Julián un año y medio en el Bailando por un sueño. Dieron el batacazo en 2018 y fueron campeones superando nada menos que a Jimena Barón. En 2019 venían medio a los tumbos y ese fue el golpe de gracia. Para la pareja, pero también para Malena Narvay, la novia del entrerriano, quien en su casa casi se cae de… espaldas cuando oyó lo que dijo De Brito. Habló Angel, pero ella vio los mil demonios.
El terremoto fue tremendo. Te-rro-rí-fi-co. Y tuvo efectos devastadores. Por ahora, para la carrera televisiva de Serrano, quien decidió abandonar los dos laburos que tenía para refugiarse en el terreno donde más cómodo se siente, las redes sociales. Cuando el tembladeral se volvía incontrolable y los vientos amenazaban con llevarse todo por los aires, Julián tomó dos decisiones irreversibles.
La primera fue bajarse del Bailando por un sueño, después de desmentir, claro, aquello que le tiraron por la cabeza. “Es verdad que estuvimos en un boliche y que bailamos toda la noche, pero no hubo besos. Nada que ver, eso es re falso. Si nos hubiéramos dado besos habría mil fotos”, se defendió el muchachito. No fueron suficientes, en absoluto. Ni la renuncia ni la desmentida. Nada.
Después de que Sofía repitiera la fórmula de su ya ex compañero de baile (negar una relación que fuera más allá de lo amistoso y lo profesional) y después de que él renunciara al otro ciclo televisivo que compartían (S.T.O, primero los domingos al mediodía y después los sábados a la noche, siempre por América), Julián y Malena fueron a verla al teatro y los tres se sacaron fotos sonrientes y amigables. Tampoco alcanzó.
Y como la usina de rumores siguió encendida, la que salió a hablar fue Malena, la voz que faltaba escuchar en este embrollo de polleras, sospechas y boliches. Entrevistada por Catalina Dlugi en la AM 1110 en el medio de la vorágine por las PASO, la actriz le dio un voto de confianza a su chico.
“Supuestamente, esto pasó en un boliche con mucha gente alrededor. Entonces me llama la atención que no hay ni una foto o un tweet. A mí me pareció raro. Si yo no tengo certeza o una prueba, no puedo estar acusando a alguien que quiero. Si me pasara a mí que me inventaran algo y yo lo negara, me gustaría que él me creyera”, lo defendió la morocha.
Más tarde, explicó que la renuncia de Julián al Bailando no se debió al rumor sino a una cuestión anterior. “Juli dejó de lado su carrera musical por el certamen y eso lo tenía mal. Ya había decidido la renuncia, se la iba a comunicar al equipo esa semana y justó pasó lo que pasó”.