Un par de chistes que se hicieron en distintos canales de streaming generaron por estas horas un par de escándalos gigantescos y que han puesto en tela de juicio la forma de "generar contenidos" que tienen esas vías de comunicación. En Neura medios, Alejandro Fantino levantó el programa de su amigo "Tronco". En Olga, por otra parte, bromearon con la figura de Pepe Cibrián, que reaccionó de la manera menos pensada.
Ostensiblemente ofendido por lo que dijeron Toto Suar y Rechimuzzi, Pepe Cibrián le brindó un móvil a Intrusos. De un lado estaban él y el Rafa Jury, que le sostenía el micrófono, y del otro todo el equipo encabezado por Florencia de la Ve y secundado por sus panelistas: Marcela Tauro, el Turco Pablo Layus, Josefina Pouso, Karina Iaviccoli y Pampito. El artista se mostró ofendido desde un primer momento.
A los pocos minutos de haber entrado en escena, Pepe ya estaba a los gritos en contra de lo que pasó en Olga cuando bromearon con una historia que había contado él una vez en el programa de Susana Giménez sobre una menor de edad a la que obligaban a ofrecer ciertos "servicios" para poder mantener su vida. "Mocoso maleducado" fue lo más suave que le gritó al hijo de Adrián Suar.
La intervención de Pepe Cibrián iba ganando temperatura hasta que los panelistas de Intrusos y la propia conductora empezaron a intervenir. Pero en vez de calmarlo, Pepe enfureció aun más y siguió despotricando a gritos en contra de Olga, sus conductores, los productores del canal y también sus responsables, a quienes acusó de permitir que eso saliera al aire y fuera "avalado".
SHOCK: PEPE CIBRIAN ESTABA DANDO UN MOVIL DE INTRUSOS Y ENTRO EN UNA CRISIS TOTAL DE NERVIOS, GRITOS Y LLANTO
A medida que le daban más explicaciones, Pepe entraba más en colera y aumentaba su indignación. Aclaraba todo el tiempo que no pretendía sanciones para los conductores sino que aprendan a que hay cosas que no se dicen y que los dueños del canal debían "pedir disculpas públicamente" como hizo Fantino delante de la audiencia de su "multiverso".
La nota se terminó de desmadrar cuando Cibrián, en medio de su ataque de cólera, no pudo seguir hablando y comenzó con una suerte de temblequeo y sollozos que sorprendió tanto a la mesa como a todos los televidentes. No había manera de controlarlo y alguien arriesgo que "está con un ataque de nervios", lo cual era bastante evidente ya que alcanzaba con verlo para darse cuenta. Poco a poco lo fueron "calmando" y la entrevista pudo seguir, pero por un momento pareció que todo quedaría en la nada.