"Lo mejor que podía pasarme en la vida era eso: dormir debajo de un techo de chapa. Cuando llovía, escuchar ese ruido era incomparable”. Barby Franco (27) todavía recuerda con claridad su infancia en la Villa 21. Un sector de la Capital Federal que pertenece al barrio de Barracas, ahí nomas, cerquita del estadio de Huracán. Calles angostas, pasillos que dividen una manzana de la otra, carros traccionados a sangre y una pila de necesidades caracterizan un conglomerado de viviendas precarias, donde las propias carencias hacen de la infancia una etapa difícil de olvidar.
La mujer de Fernando Burlando (54) hoy vive una realidad completamente distinta, que no guarda ninguna relación con su niñez en lo referido a lo material. La modelo pasa sus días en el confort más absoluto, rodeada de lujos, realizando viajes a sitios maravillosos y proyectando, prácticamente, sin condicionantes. También enamorada, pues ya lleva un largo trecho de novia con el mediático abogado, su futuro esposo, teniendo en cuenta que semanas atrás recibió una singular propuesta de casamiento (él fingió estar sufriendo un infarto, “muriéndose” de amor) que, previsiblemente, Barby aceptó.
Lo que no se sabe aún es la fecha, pero está claro que la ex azafata de Guido Kaczka y Burlando no tardarán demasiado en ponerse las alianzas. Por lo pronto, esperan que llegue el día de dar el sí, quiero de la misma forma en que transitaron todos estos años juntos: disfrutando, compartiendo paseos y mimándose en distintas partes del mundo. A modo de luna de miel anticipada, diríamos, en esta ocasión visitaron el mismo destino turístico que tuvo recientemente nada más ni nada menos que a Lionel Messi y su familia como anfitriones estrella. Hablamos de las islas Antigua y Barbuda, con playas y paisajes cautivantes por su diseño natural, ubicados en la unión del Atlántico y el Caribe.
Sin dudas, uno de los escenarios que más de moda se han puesto en los últimos años a la hora de elegir una usina de energía que permita recargar las pilas a través de la relajación y el ocio. “Sí, todavía acá, pero bancá, que no me acuerdo cómo se llama la isla, ya te digo…”, fue la respuesta de Barby cuando la contactamos vía WhatsApp para confirmar si efectivamente aún estaba con Burlando en el mencionado país.
Que la modelo no haya vuelto a conectarse fue todo un indicio. Una señal de que allí, lejos de la Argentina, no existen razones para preocuparse ni ponerse a pensar el costado feo de haber nacido en una villa. Si no lo hizo antes, ahora, que le sobra comodidad y la comida está en la mesa todos los días, para qué. ¿No?