Fabiana Cantilo y Fito Páez vivieron un amor intenso e inolvidable que duró seis años. La pareja estuvo enamorada desde 1984 hasta 1990. Invitada a Las noches de Jey Mamón, la cantante reconoció que “Fito me dejó a mí, yo no lo dejé a él. Era una pesada”.
Los artistas se conocieron cuando ambos fueron parte de la grabación del álbum Piano Bar, de Charly García. Durante su noviazgo hubo de todo: amor, canciones dedicadas, peleas y mucha intensidad. Algo de eso se cuenta en la serie El amor después del amor.
“Fito parece un poco más naif de lo que en realidad era. Fito no era naif para nada. Era un animal. Igual que yo”, criticó Cantilo. Reconoció que cuando comenzó a salir con el rosarino ella estaba saliendo con Charly “Igual él no es que estaba saliendo conmigo. Charly salía conmigo, pero yo era una de las que tenía”.
Jey preguntó si eso provocó que Charly obligara a Fito a tocar de espaldas en los shows pero Cantilo dijo desconocer el motivo. “No sabemos bien por qué, porque nadie se lo preguntó. ¿Por qué yo iba a preguntarle esa parte? Eran tantas las cosas que pasaban. Imagínate. Fito y yo estábamos fascinados. Teníamos a Gonzo y a Melingo, los saxofonistas, que son dos extraterrestres”.
En otro momento reconoció que al principio de la relación de Fito Páez con Cecilia Roth ella solía ir a dormir a la casa de la pareja “porque yo salía de juerga mucho más de lo que muestra en la serie. Era mucho más abandónica”. Para terminar revelando cómo fue la ruptura con el rosarino “Fito me dejó a mí y yo no le dejé a él. Era una pesada”.
De sus tiempos con Charly García admitió que una vez el músico le rompió una costilla. “Fue en un show. No se me tiró encima sino que íbamos como a bailongar, pero vino con envión, rodamos y terminamos los dos en el piso y me rompió una costilla. Yo nunca dije nada hasta años después, la dejé pasar. Se ve que mucho no me dolió porque no me acuerdo nada”.
Se autodefinió como una vikinga “porque nos revientan a trompadas y nos seguimos levantando” y recordó que hace once años, ocho meses y trece días que no consume “ni alcohol, ni marihuana, ni merca, ni sexo porque al final terminé sin salir con nadie porque las recaídas son por las p.. relaciones de m….”.
“Mi vida artística, con mi vida amorosa y con mis recaídas estaba todo conectado”, reflexionó y aseguró que “todas las elecciones que hacia yo de pareja eran un desastre. Unos psicópatas espantosos que me hacían sufrir. Pasaron los años y me fue cambiando el gusto. Los mujeriegos me parecen unos pelotudos”, firmó. Admitió risueña que hoy “no hay señores porque no salgo de noche. A las ocho de la noche llego a mi casa y me tiro en mi sillón nuevo, con mi alfombra, un televisor gigante y con mis gatas. Eso es mi paraíso y no me importa nada. ¿Para qué voy a salir?”.
