Luego de tener su tan aclamada final, la cual lo dejó como el ganador absoluto de Gran Hermano, Bautista Mascia reveló su secreto para la consagración en el programa más visto de la TV en lo que va del año.
En medio del debate con los panelistas de GH y exparticipantes del show, Ceferino Reato, uno de los analistas más controversiales y polémicos, recogió el guante y le hizo una pregunta muy particular. Le consultó por el tema de su nacionalidad, si lo creía como una desventaja a la hora de ganarse la simpatía del público argentino.
“Quiero hacerte una pregunta sobre el tema de ser uruguayo, sobre tu nacionalidad. Para mí, fue extraordinario que muchos argentinos te votaron en un momento donde hay discursos de tanta xenofobia en el mundo. ¿Pensabas que tal vez por ser uruguayo no ganarías?”, preguntó.
En ese momento, Bautista se sinceró y reveló un inesperado dato: “Sí, creí que era algo que podía afectarme. Aunque la gente sabe que tengo dos sangres, porque mi padre era argentino y mi madre es uruguaya, yo nací en Uruguay. Creí que por ser de un país vecino, no tenía derecho a ganar”.
Sincerándose sobre lo que realmente podía pasar con la mirada del afuera hacia sus orígenes, el campeón iba reflexionando a medida que respondía. “Sí, creí que podría molestar a algunas personas que, por ser de un país vecino, no tenía derecho a ganar. Pensé que podría pasar”, contó.
Luego, sobre las claves de su triunfo, advirtió que su transparencia fue su caballito de batalla: “Uno entra ahí con lo que tiene, con lo que trae de la vida y hace lo que puede. Nadie te enseña a jugar. En Gran Hermano, jugás con las armas que tenés. Jugué como creía, de la mejor manera posible, con mi corazón y mi cabeza. Mi mejor arma fue la honestidad y la lealtad”.