Repasemos las mujeres que pasaron por el último Gran Hermano y sus principales características. Furia, revolucionaria, visceral, gritona, peleadora, frontal, verborrágica. Catalina Gorostdi, sincera, peleadora, explosiva. Virginia Demo, la Virqueen, una ganadora frustrada. Denisse González, la belleza, la novia de Bauti, la primera dama. Agostina Spinelli, "lo valore". Flor Regidor, enamoradiza y traicionada. Lucía Maidana, misteriosa y traicionera. ¿Y Zoe Bogach? Antes se hubiera dicho "el encanto silencioso". Ahora hay que decir "la racista". Sí, la que segrega, discrimina y encima lo admite orgullosa.
La misma jugadora, como se dijo, reconoció su polémica y controversial manera de ser, de pensar y de expresarse. Lo hizo después de que "saltara la ficha" de que tenía una "cuenta de twitter paralela" a la oficial en la que escribía "barbaridades" de todo tipo y color, precisamente de color. Sobre todo criticando lo que ella consideraba cosas "de negro" o "de marrón", como se dice ahora.
A Zoe la descubrieron escribiendo cosas que horrorizarían al mismísimo "Miki Vainilla", aquel personaje de Diego Capusotto que solo la pasaba bien si se juntaba con rubios y adinerados y escapaba de aquello que representaran pieles más oscuras y bolsillos pobres o cuentas bancarias escasas. Pero en vez de disculparse o de ruborizarse se mostró absolutamente convencida de que decía lo que sentía y que de ninguna manera eso estaba mal o era equivocado. Para nada: todo lo que aparecía escrito allí representaba fielmente su manera de ser. ¿Queeeeé?
En un vivo de Instagram donde la gente le iba poniendo cosas como saludos, pedidos, elogios, felicitaciones o también ciertos reproches, alguien le contó que le habían encontrado esa "cuenta de apoyo" en la que se permitía discriminar sin pensar que esos comentarios podían hacerle daño a mucha gente. Por ejemplo, hubo usuarios que la acusaron de haber apuntado directamente contra Thiago de la versión anterior al decir "seamos sinceros, nadie quiere ser ni vivir como él".
ACUSARON A ZOE BOGACH DE RACISTA Y ELLA LO AMDMITIO ABIERTAMENTE
Al leer eso, Zoe tenía dos opciones. Hacerse la desentendida y dejar pasar los comentarios o frenarse sobre ellos y responderlos, donde se le abrían, otra vez, un par de chances. Podía negar "las acusaciones" o aceptarlas lisa y llanamente. En los dos casos optó por la opción B. Admitió que era ella la que decía esas cosas, pero además las reivindicó y no dio ni medio paso atrás.
"Zoe encontraron tu Twitter privado" leyó ella mirando a cámara. "Ya lo sé, me chupa un huevo" contestó Zoe sin titubeos. Sonriente y con un tono medio cancherón, se tomó unos segundos para meter una respiración profunda y decir "ay chicos daleeee... ¿Quién no es racista en esta vida? Todo el mundo. ¡Me chupa un huevo!". Después intentó "aclarar" pero lógicamente terminó "oscureciendo": "Además, ¿Racista...? Clasista, no racista. No sé, lo que sea". Y bue...