La conmoción perdura en la atmósfera. Todavía prevalece la incredulidad por ese desenlace aciago, ese triste y solitario final de Liam Payne. El célebre cantante apagó su luz a los 31 años en Argentina, más precisamente en una trágica caída de un tercer piso en un hotel de Palermo.
La consternación se multiplica por la muerte del ex One Direction y por toda la implicancia de ese fallecimiento, con la filtración de su estado emocional, del uso de drogas en la habitación, del llamado a emergencias por un brote de violencia en el lobby del alojamiento.
En definitiva, todavía resta definir las causas del deceso, para conocer más detalles de ese salto al vacío desde la ventana del dormitorio al patio interno. Mientras tanto, el padre de Liam viajó a Argentina para llevar a cabo trámites incómodos, de esos sumamente espinosos.
Así, Geoff Payne aterrizó en Ezeiza el viernes a primera hora y contó con la colaboración del consulado británico para moverse por Buenos Aires. Tras acercarse a la morgue judicial para reconocer el cuerpo de su hijo, el padre del cantante estuvo en el hotel.
EL PADRE DE LIAM PAYNE VISITÓ EL SANTUARIO DE SU HIJO
En ese lugar de Palermo, el inglés recogió pertenencias del ex One Direction del cuarto y luego experimentó un momento muy fuerte en lo emocional, ya que se predispuso a visitar el santuario que armaron, de manera espontánea, las fanáticas de Liam en las cercanías del hotel.
Ahí estuvo Paparazzi para captar ese episodio, donde Geoff miró con atención los recuerdos, las fotos, las velas. Con un inmenso silencio, las personas respetaron ese trance, ese ritual que transitó el papá del famoso y le predispusieron todo el espacio necesario.