El debut de Fernando Gago en La Bombonera no fue muy auspicioso que digamos. Con su nuevo entrenador en el banco de suplentes, Boca no pudo pasar de un empate 1-1 en La Bombonera contra Deportivo Riestra, el benjamín de la primera división. Los 50.000 fanáticos que llenaron el coliseo de Brandsen 805 se fueron masticando bronca y decepción, situación que se multiplicó a niveles exponenciales y explosivos para uno de ellos, acaso uno de los más famosos, reconocidos y queridos de todos los que estuvieron allí: al salir del estadio, el tenista Diego "Peque" Schwartzman se llevó la peor noticia.
Como casi todos los hinchas de Boca que dispusieron del hermoso domingo para ver en vivo y en directo la presentación de Gago en el mítico escenario de tantas hazañas y proezas, el Peque emprendió el camino de regreso echando maldiciones contra la poca puntería de los delanteros propios y también contra la muy buena faena del arquero visitante, Ignacio Arce, uno de los principales responsables de que los Xeneizes se hayan quedado con las ganas de celebrar un triunfo.
En eso andaba el muchacho de 32 años cuando llegó hasta su vehículo, que había dejado estacionado en los alrededores de la cancha. El partido empezó a las 19 horas y terminó cerca de las 21. Es decir, ya era de noche y estaba bastante oscuro. En ese instante, los insultos y los reproches cambiaron de destinatarios. Ya no los recibieron los jugadores -los propios y los ajenos- ni el árbitro, siempre blanco de la queja de todos los hinchas de todo el mundo. Esta vez, el odio, el fastidio y la resignación del Peque estaban dirigidos a los ladrones que le destrozaron el auto y se llevaron sus pertenencias.
Y sí, lo que pudo haber sido una crónica deportiva se transformó en una policial. O en una película de terror. A Diego Schwartzman, que aprovechó un momento libre para ir a pasar un rato de diversión dándole aliento a su amado Boca Juniors, le rompieron la camioneta y le robaron casi todo lo que tenía adentro. El inesperado y flojo resultado pasó a un segundo plano total. El enojo ahora era por otro motivo. O se le mezclaba todo. La dezazón por el empate y la bronca por el delito del que había sido víctima.
QUE FAMOSO FUE A VER A BOCA Y VIVIO LA PEOR PESADILLA DE SU VIDA
Aun con el fastidio encima, el Peque se hizo un tiempito para reflejar en sus redes sociales la amarga situación que atravesaba en ese preciso instante. En sus historias de Instagram subió dos fotos del interior del vehículo completamente roto y revuelto. "Salir de la cancha y que te roben todo" puso Schwartzman, quien en el mejor momento de su carrera llegó a ser el número 8 del mundo, lo que en el tenis se llama "ser top ten", y supo derrotar a gigantes de la talla de Rafael Nadal, Dominic Thiem, Marin Cilic, Alexander Zverev y Ken Nishikori.
Posteriormente, en Twitter subió la misma foto y escribió "Y miren que amo Argentina, pero nada da más impotencia que te roben". Los tenistas recorren el mundo gracias al circuito y con las ganancias que obtienen pueden vivir en cualquier parte del planeta, de allí su posteo. La gente no reaccionó de buena manera ante lo que puso. Muchos le dijeron que dejar el auto en la calle cuando se va a la cancha siempre es un riesgo y lo acusaron de no querer pagar un estacionamiento o un garage. Horrible todo.
