En medio del éxito de Luzu, y en tanto la rompe con Polenta, Nacho Elizalde decidió abrirse un nuevo camino en la pantalla chica y aceptó sumarse a Bake Off famosos al tiempo de llevar adelante el streaming que va en paralelo al programa de Susana Giménez.
Experimentando en el mundo del reality, y en tanto se especula con su desvinculación de Nadie dice nada, el joven conductor, productor y empresario asegura que disfruta este presente televisivo y reconoce que desde chico le gustaba experimentar en la cocina.
En diálogo con Pía Shaw, Elizalde compartió: “Siempre me gustó. Miraba mucho El Gourmet y Utilísima cuando iba al colegio. Hay algo de la cocina que me da paz, que me relaja, es como una terapia. Estaba estudiando Publicidad, dejé e iba a arrancar Producción en TEA, y como tenía medio año libre mi viejo me dijo que haga algo”.
“Y me puse a estudiar gastronomía en el IAG durante un año. Iba a las clases prácticas pero faltaba a las teóricas porque no quería trabajar de eso. Y ahora, de repente, el mundo conspiró para que esté en un lugar cocinando y me encanta”, continuó Nachito.
SIGUE SUMANDO A SU CURRICULUM
Siguiendo con su fanatismo por el arte culinario el creador de Polenta lanzó: “En mi casa siempre se comía mal. Las milanesas eran finitas y con doble pan. La pizza más loca que se comía era la de fugazzeta y el puré instantáneo. Yo preguntaba: “¿Qué vamos a comer hoy?.
“Ok, avísame 20 minutos antes que yo me hago mi puré. Hervía las papas, las pisaba y me hacia el mí, no para el resto. Ellos querían puré instantáneo, polvo, leche y fin. Lo dulce ya es otra ciencia. Nunca hice en mi vida”, agregó Elizalde quien al aceptar sumarse a Bake Off decidió perfeccionarse.
“Estoy aprendiendo una banda. Apenas supe que iba a estar llamé a una amiga que estuvo en MasterChef y le pedí que me recomiende alguien que me dé clases de pastelería. Es muy difícil, es todo muy metódico, ordenado y prolijo, y eso me gusta. Lo disfruto porque para mí es una terapia porque yo laburo todo el día con el celular”, remató.