De las tres parejas formales que se le conocieron a Marcelo Tinelli, tal vez sea Soledad Aquino la que menos exposición pública tiene. Es la mamá de Micaela (31) y Candelaria (28), las mayores de los cinco hijos del Cabezón. La misma que conoció al conductor más famoso de la Argentina cuando pocos imaginaban que el destino ya había preparado para el creador de Showmatch un camino plagado de éxitos.
Soledad casi no aparece en los medios. Su vida se desarrolla lejos de los canales y de las revistas, excepto en situaciones difíciles de evitar, por ejemplo cuando alguna de sus dos “mujercitas” la invita a presenciar un evento o a compartir una salida al teatro. Tampoco se la ha oído, desde que se separó de Marcelo, formular planteos o directamente quejarse por cuestiones relacionadas con lo económico, algo bastante frecuente cuando se trata de vínculos que repentinamente se rompen en la farándula.
En esas circunstancias el dinero empieza a tomar otro protagonismo y las desavenencias se vuelven moneda corriente. Igualmente, como en todos los órdenes de la vida y afortunadamente para la familia como institución, hay salvedades que invitan a creer que la armonía en esos casos también es posible. Es el caso de Soledad y Marcelo, precisamente, uno de los que tranquilamente podrían enumerase en una lista, por cierto, bastante corta.
Cerquita...
Probablemente esta paz entre dos ex se vea reflejada, justamente, en la cercanía de Micaela y Candelaria con su madre. Las tres conservan un contacto permanente y cordial, documentado en imágenes que suelen tomarse a menudo para luego compartirlas en las redes sociales. Selfies que, por supuesto, enseguida son comentadas por Marcelo. Soledad ocupa un lugar importante en la vida de Tinelli, sin la necesidad, claro, de andar recorriendo programas para aumentar su nivel de mediatización.