Gustavo Costas tiene motivos de sobra para festejar. Ya era ídolo y acaba de sacar chapa de leyenda de Racing por haber ganado la Copa Sudamericana luego de derrotar 3-1 a Cruzeiro de Brasil en una inolvidable final disputada en Asunción del Paraguay. Después de celebrar a lo loco la gesta deportiva la farra la pudo seguir tranquilamente en su casa porque allí lo esperaba su joven y muy bonita esposa Zully Ayala.
En febrero del año que viene, Costas cumplirá 62 años. Está en el mejor momento de su carrera como entrenador, no caben dudas, pero no es un treintañero ni un pibe de esos que juega al fútbol y está lleno de músculos por todos lados. Que se entienda: no es lo que se llama un galán como podrían ser, de los de ahora, un Leandro Paredes, un Rodrigo de Paul o un Nico Tagliaficco, pero se ve que tiene sus encantos y que con ellos logró conquistar a una muchacha como Zully, a la que prácticamente dobla en edad.
Zully no es argentina. Nació en Paraguay, un país muy cercano y muy caro a los afectos de "Costitas" ya que además de alcanzar allí la gloria definitiva con su "Academia del alma" encontró trabajo cuando en la Argentina no se le abrían las puertas. En ese sentido, Costas fue durante mucho tiempo un trotamundos (dirigió en Paraguay, Colombia, Perú y Ecuador) y en todos esos países fue campeón.
Cada tanto -pero sobre todo en diciembre- llegaban noticias del tipo "Alianza Lima gana el título peruano con Costas en el banco", "Guaraní logra la corona paraguaya dirigido por Costas", "Barcelona de Guayaquil campeón ecuatoriano entrenado por Costas" y siempre surgía la misma pregunta en el mundo futbolero: ¿Cómo puede ser que Costas nunca tenga una chance en su propio país?
LA INCREIBLE HISTORIA DE GUSTAVO COSTAS Y SU JOVENCISIMA ESPOSA PARAGUAYA
Después de mucho tiempo, a Costas le llegó la demorada oportunidad y nada menos que en Racing, su club de toda la vida. Con la celeste y blanca fue mascota, jugador, capitán y ahora entrenador. ¿Será presidente alguna vez? Muy rápido para preguntárselo. Donde sí lidera el equipo es en su casa, con Zully: son padres de "Gustavo Jr" o "Gustavito", que ya tiene dos años y dos meses.
En una entrevista que le dio recientemente a Radio Ñanduti de Asunción, Zully habló por primera vez. "El es más loco en casa que en la cancha, porque acá no tiene filtros no tiene que guardar las formas. Es imparable a veces. Gustavo es una máquina, una máquina que si no le apretás el botón de pausa te puede continuar sin dormir con la adrenalina a flor de piel, pero bueno se le entiende y de paso me pasó eso a mi y a mi hijo Gustavito. Gustavo ama Paraguay porque es el país que le dio trabajo, por la gente, por la comida, por nuestras costumbres" contó "LA Doña", como le dicen en Paraguay a pesar de ser una joven. Mírenlo a Costitas, señor campeón adentro y afuera de las canchas.
