El destino la cruzó nuevamente con el amor, en un punto del globo terráqueo muy lejano, rodeada de fiordos y frío. Ahí, en la topografía muy peculiar de Noruega, Carolina Baldini sintió un flechazo y se enamoró perdidamente de Pablo Pereyra, para iniciar una historia romántica.
Tras dos años de esa coincidencia en un viaje, la ex del Cholo Simeone avanzó a pasos agigantados en la pareja, a tal punto que ya conviven y ensamblaron familias, con los tres hijos del piloto de avión. Pero la logística se torna en un rompecabezas, en un jeroglífico.
Claro, la profesión del novio de Carolina implica una ausencia extendida del hogar, incluso del país, por las obligaciones de deambular constantemente por el mundo. Por eso, la ex modelo no se ruborizó en señalar las desventajas y los incordios que eso implica.
En una entrevista con Revista Gente, Baldini admitió con total sinceridad lo peor que tiene su pareja: “Es piloto y muchas veces no está en fechas importantes”. Empero, trató de encontrar los aspectos positivos: “Tenemos la suerte de viajar y nos encontramos en cualquier parte del mundo, porque hay ganas y amor”.
CAROLINA BALDINI CONTÓ LO MALO DE ESTAR EN PAREJA CON UN PILOTO DE AVIÓN
A pesar de las complejidades, la morocha reconoció las maneras que ejecuta para mantener una frecuencia de tiempo compartido con su novio. “A veces nos cruzamos en México o en Irlanda, pero nunca pasa más de un mes sin vernos. Es un tetris que se va uniendo”, soltó.
Y en cuanto a la articulación del lazo sentimental con su familia, la que creó en la época de su matrimonio con el Cholo Simeone, Carolina especificó: “Mis hijos lo conocen y están encantados con él. Lo mismo yo”.