Hace 16 años, Eliana Guercio dejó todo por amor y empezó una nueva vida junto a Sergio “Chiquito” Romero. Con 31 años, se fue al exterior para acompañarlo, dejando su carrera en el teatro y los realities, que estaba en su mejor momento. “Dejé todo por amor y no me arrepiento de nada”, afirmó.
En una entrevista reciente, Eliana habló sobre una difícil etapa que vivió tras convertirse en madre. “Yo fui una de las primeras mujeres de la farándula en hablar de salud mental. Muchas me decían que les pasaba lo mismo, ese miedo de que algo les pase a ellas o a sus hijos”, contó. Según su experiencia, los primeros síntomas aparecieron con el nacimiento de su hija Jazmín, cuando empezó a obsesionarse con la limpieza y la seguridad.
“Esto del alcohol en gel para mí fue desde que nació Jazmín. No dejaba que mis hijas jugaran en el piso ni que fueran al colegio porque tenía miedo a las bacterias”, confesó. También recordó que le costaba dejar que los familiares sostuvieran a sus hijas. “Odiaba darles a las nenas a mi mamá o mi suegra. Les pedía que se laven las manos. Pero no es vida”, agregó con sinceridad.
Eliana supo que necesitaba ayuda cuando sus miedos comenzaron a limitarla. “Un día, hablando con Claudia Villafañe, le conté todo y me puse a llorar. Ella me dijo: ‘Te voy a recomendar a un doctor que te va a ayudar’”, relató. Así fue como llegó a Facundo Manes, quien le diagnosticó un trastorno de ansiedad llamado “enfermedad del miedo”. Según Eliana, este problema suele aparecer después de eventos traumáticos o con la llegada de la maternidad.
CÓMO SALIÓ DE SU ENFERMEDAD ELIANA GUERCIO
Para superar esta etapa, comenzó terapia tres veces por semana, incluso de forma online. “Hacía ejercicios muy simples, como escribir mis miedos y analizar si realmente podían pasar. Me daba cuenta de que lo que temía nunca sucedía, y eso me ayudó mucho”, explicó. Este tratamiento la ayudó a recuperar la tranquilidad y a entender que no podía controlar todo.
Hoy, Eliana reflexiona sobre lo que vivió y lo considera una lección de vida. “Aprendí que no está mal pedir ayuda y que no todo depende de una. Esa etapa me hizo mejor madre y persona”, expresó. Aunque el camino no fue fácil, asegura que logró superar sus miedos y disfrutar más de su familia y de la maternidad.