Un despido muy llamativo, absolutamente extraño. Todavía resuena en el aire la incredulidad por la decisión de Radio Rivadavia de desprenderse de Marcelo Longobardi, quien supo construir un plafón enorme de audiencia en la emisora, pero que igualmente optaron por prescindir de sus servicios.
El propio periodista salió al terreno público a exteriorizar una verdad oculta en su despido, que se entrelaza con supuestas presiones políticas desde el Poder Ejecutivo. “Estoy convencido de que mi postura crítica hacia Milei fue un problema. Milei tiene conmigo una especie de obsesión psicótica. Me atacó en redes sociales y, según me dijeron, mi cabeza fue negociada”, denunció.
Este movimiento provocó efectos colaterales, como el caso de la exposición de Ernesto Tenembaum sobre las maniobras de la emisora, que derivó en una definición muy singular de Jonathan Viale, a quien estableció con un pensamiento político extremo.
Resulta que en el tratamiento de la noticia, Ernesto analizó la determinación de Rivadavia de expulsar a Marcelo Longobardi y sostuvo: “Longobardi está tercero, no es un tipo para desperdiciar, es muy conocido, es popular. Si queres por el contraste por la línea editorial de la radio, que es muy mileista”.
ERNESTO TENEMBAUM DEFINIÓ A JONY VIALE COMO HOMOFÓBICO
En ese razonamiento, siempre inteligente y con argumentación, Tenembaum entrelazó con Viale y soltó una serie de datos potentes de su posicionamiento ideológico: “Sobre todo el que le sigue a él, que es Jony Viale, que es un hombre que ha admitido que es de ultraderecha porque fue al congreso de la Cepac”.
Y finalizó con una serie de concepciones del hijo de Mauro Viale que causaron rebote en las redes sociales: “Un lugar lleno de ultraderechistas, gente que reivindica la inquisición y odia a los homosexuales y ahí está Jony Viale. Ahora, eso contrasta, uno puede ver que en ese contraste dañe el rating de Rivadavia, pero no, no pasa eso”.