Se zambulló de lleno en el encierro, por motus propio, para jugar en esa telaraña mediática que es Gran Hermano. Ahí se acopló Katia hace apenas cuatro días y ya no puede más con sus pulsiones, sus deseos más íntimos, por eso se animó a confirmar su calvario.
La Tana acaba de ingresar en la casa, pero igualmente no encuentra el modo, ni el lugar, ni la manera de saciar sus anhelos. Toda esta revelación de enorme honestidad se produjo en una charla con Sandra Priore, en la cocina del reality show, donde se abrió de par en par.
Fenocchio le esquivó al pudor y contó con total sinceridad la funcionalidad que le destina a su juguete personal, con el que se autosatisface: “Es un vicio para mí. Me ayuda a no engancharme con cualquier bol…”. Entonces, el adminículo le permite evitar una relación ocasional con un hombre equivocado.
En esa charla desprejuiciada y abierta, Katia describió otro artefacto más novedoso, que posee una tecnología superior y detalló todas las ventajas y virtudes: “Con ese, por ejemplo, si yo estoy acá y la persona está en Estados Unidos me lo puede manejar. Es nivel global”.
KATIA SUFRE POR NO PODER USAR SU JUGUETE ÍNTIMO EN GRAN HERMANO
Así, la nueva participante se sumergió en la confesión más fuerte, porque iluminó su calvario, la desesperante circunstancia que atraviesa en el aislamiento y no dudó en reconocer su dolor. “Estoy hace cuatro días sin autosatisfacerme y para mí es un montón. Es horrible”, confirmó.
Desenvuelta, abstolutamente desinhibida, La Tana reveló que procuró jugar con sus placeres en la ducha de la casa, pero que no logró su cometido. “Tengo ganas, estás ahí, pero nada”, exteriorizó la recientemente aterrizada en el ciclo de Telefe.