Hace rato que nadie consigue encontrar la respuesta a semejante acertijo. Es lógico. Si efectivamente para muchos el destino es cosa juzgada, persistir en la idea de descubrir por anticipado las sorpresas que se ocultan a lo largo del camino no valdrá la pena. Será en vano, pues la vida es como un mar de vaivenes, con olas que hoy te invitan a surfear y mañana te revuelcan sobre la arena caliente. El recorrido es largo y el final es incierto, imposible de anticipar. Hay un inmenso caudal de situaciones imprevistas, que aparecen en la marcha y son capaces de cambiar definitivamente los planes.
¿O acaso el Patón Basile imaginó que llegaría a compartir un elenco con actores de renombre a los que únicamente “ubicaba” por verlos en televisión? Gonzalo pasó de cuidarle las espaldas a la familia Moyano a ser parte de una de las series más vistas de los últimos tiempos. De buscar la plata arriba del ring o de sobresalir en las manifestaciones de los camioneros por su imponente porte, a consolidarse dentro de El marginal, que si bien lo tuvo entre sus extras en su segunda temporada, volvió a convocarlo en la tercera y le asignó un papel más participativo.
SU NUEVA FACETA
“Me gustaría hablar un poco más, pero la verdad es que fue algo sensacional haber estado en San Onofre. Siento que progresé y estoy dispuesto a hacer otros papeles. Aparte, ya no cobro como extra, me pagan como actor”, contó el boxeador.
Más tarde se explayó: “Esta experiencia que acabo de finalizar en El marginal 3 fue un honor por lo que representó en el aspecto actoral, porque si bien estoy acostumbrado a los programas de televisión, esto es muy distinto. Me quedó una sensación todavía más grata porque en esta temporada actué de Patón Basile, porque después de que lo matan a Roly Serrano en la segunda emisión yo quedo dando vueltas en el penal y aparece Bruni (Alejandro Awada), que es un ex boxeador que arma su propia banda. De hecho me hablaron de la productora para que previo a ir a grabar lo llevara a Awada a entrenar boxeo al Club Huracán, así iba aprendiendo a sacar los golpes, a pararse… En fin las técnicas del boxeo para que todo salga lo más real posible”.
LA CALLE Y SUS AMIGOS
Posteriormente aseguró que en la calle “ahora la gente ya me reconoce más como el Patón de El marginal que por el Patón de camioneros”, y destacó sentirse orgulloso por haber “trabajado con monstruos como Awada, Marcelo Mazzarello, Ana María Picchio y Roly Serrano, a los que antes los veía sólo como espectador”.
Después se postuló ante una posible chance laboral que eventualmente puedan otorgarle otros productores: “Es un trabajo que lo tomo con mucha responsabilidad y entusiasmo. Había días que terminaba más cansado que yendo al gimnasio. Tengo como experiencia una escena que salió entre el anteúltimo capítulo, y el último, en el que lo tengo a Borges como de rehén para llevarlo al patio y ponerlo frente a Bruni. Lo llevo agarrándolo del cuello y él haciendo fuerza en dirección contraria. Yo empujando para adelante caminando el pasillo, un trayecto de 60 metros de forcejeo. No salía la primera y corte, toma dos, corte… Hasta que quedó como se pretendía", contó.
"Awada me agradeció y me dijo que con otra persona no se hubiese expresado así porque necesitaba que fuese alguien de mi contextura para que fuera todo bien real. Terminaba agitado. Por eso digo que lo tomo como un trabajo, y ojalá que alguno que me haya visto vea y en su cabeza se le ocurra que puedo integrar algún personaje, lo haría con mucho gusto porque esta faceta actoral me gustó”. La vida es un gran acertijo. Como una pelea de box. Jamás se sabe cómo y dónde se puede terminar.
