El viernes 14 de marzo por la noche, el escándalo de gritos, amenazas, llantos y forcejeos con las nenas en el ascensor del Chateau Libertador que protagonizaron Mauro Icardi y Wanda Nara se convirtió en el capítulo más tétrico de la guerra que enfrentan los ex desde que se separaron.
Y en medio de este drama, hay una actriz secundaria: la China Suárez, cuyas actitudes no pasan inadvertidas y molestan, principalmente, a Benjamín Vicuña y Nicolás Cabré, los padres de los hijos de la artista a quien, "empoderada" como novia de Icardi, no le tiembla el pulso a la hora de desafiar a la autoridad.
“Pagá la multa, Mauro”, se supo que Eugenia Suárez le dijo al ex de Wanda, cuando el futbolista le avisó por teléfono que por orden del juez no podría estar en su casa al llegar con Francesca e Isabella a comer un asado, tal como habían planeado.
La cena no se dio: Icardi quiso devolver los perritos de las nenas y todo terminó con la policía interviniendo, botón antipánico para Wanda, la renuncia de las tres abogadas que ya no quieren saber nada con defender al violento de Icardi y la certeza de que no hay límites en este show que se convirtió en uno de terror donde los menores son el blanco.
LA REACCIÓN DE NICO CABRÉ TRAS EL ÚLTIMO ESCÁNDALO DEL NOVIO DE LA CHINA SUÁREZ
Al encontrarse con este panorama al volver de Japón con su hija Rufina, Cabré mostró cómo transita estos días movidos en los que tanto su nena, como Magnolia y Amancio, los hijos que la China tuvo con Vicuña, quedaron en el medio.
¿Qué hizo Cabré? Siempre bajo perfil, el actor optó por conversar en privado con la madre de su única hija y compartió en redes el asunto que lo tiene muy concentrado: el deporte. “Volviendo a entrenar”, publicó Nico en sus historias de IG, dando a entender que pronto correrá una nueva maratón.