Están a punto de cumplir veinte años de relación. Dos décadas bajo el mismo techo, con peleas cotidianas, con diferencias, pero siempre sabiendo que el amor, y sobre todo la familia, es lo más fuerte que construyeron y lo que van a defender a capa y espada. En tiempos en los cuales las relaciones se escurren como agua entre los dedos, Nancy Dupláa (49) y Pablo Echarri (49) son una de las pocas parejas que sirven como ejemplo de la excepción a la regla.
“Que veinte años no es nada”, dijo Gardel en “Volver”, uno de sus tangos más emblemáticos. Para Nancy y Pablo lo es todo. Es toda una vida tirando para el mismo lado, poniéndole el hombro a lo malo y disfrutando de lo bueno con una sonrisa. Como en todo lo que perdura, cuando se habla de éxito se mencionan claves. Pautas a seguir como un patrón que se establece inquebrantable y sin fisuras.
Nada sucede por casualidad, y Nancy parece encontrar respuestas rápidamente cuando le hablan del secreto de este amor con el galán con el que tiene dos hijos, Morena y Julián –también tiene a Luca, de su anterior relación con Matías Martin-. “Estoy enamorada de Pablo, de eso no dudé nunca. Para eso no hay fórmula: tenés que estar enamorado o no. A mí me gusta el tipo, estoy en el lugar en el que quiero estar”, le contó a Teleshow.
Pero ese fue el inicio de su secreto. Sin ponerse colorada y sin pensar en el qué dirán, la actriz fue por más. Nada de dar vueltas con los sentimientos. Fue por todo: “Sí, Pablo me calienta. De eso se trata. Da prurito hablar de ciertas cosas pero la sexualidad es una cosa importante por todo lo que te da. Después está todo lo otro, que lo podés manejar y que pasa o no pasa…”.
Sin embargo, como en todo hogar, no todo es color rosa. Existen los roces, los cortocircuitos, pero la clave está en apostar y no tirar por la borda por una pelea lo construido. “En muchos casos lo quiero echar de casa. Por eso, obligatoriamente, hay que refundar la pareja en un momento. Hay que sentarse y decir: ‘Che, todo esto que estás haciendo no me gusta, decime vos qué es lo que no te gusta de mí’, ahí ponés los trapitos al sol todo el tiempo. Los dos somos insoportables –él más que yo-, en realidad soy menos quisquillosa que él. Soy más relajada que él en un montón de cosas. Pablo es más tormentoso. Soy una convencida de que mi livianismo alivia su locura”.
La grieta...
La actriz, que milita para el kirchnerismo, no se baja de su ideología pero intenta poner paños fríos a la cuestión. Desde lo laboral, parece enfocarse en eso de la mano de su colega, Luis Brandoni, el actor que está parado en la otra vereda y tiene sus convicciones en el macrismo. Luis y Nancy son los protagonistas de El retiro, la película que se estrenó días atrás y que parece que llegó con la intención de cerrar la grieta.
En el film hacen de padre e hija. Es la primera vez que trabajan juntos, y que lo hagan en este momento político, sabiéndose qué piensa cada uno, no es menor. “Desde que nos convocaron siempre pensamos que había más para unir que para desunir. Ambos creemos profundamente en nuestras convicciones. Beto, pensando como piensa, siempre peleó por la igualdad de los trabajadores. Cada uno desde su lugar tenemos puntos en común”.