Es uno de los empresarios teatrales más respetados y de mayor trayectoria. A lo largo de su vida artística supo ponerse al hombro una infinidad de éxitos que dejaron una marca. El teatro es su pasión y defiende el rubro como casi nadie. Tal vez por todo lo que le viene dando a la profesión, Carlos Rottemberg es sinónimo de teatro, respeto y buen trabajo con los actores.
Es de la vieja escuela y, como tal, la palabra tiene mucho mayor valor que un papel firmado: “Durante 20 años hice todo lo que la profesión mandaba: papeles y contratos al día. Hasta que un amigo me regaló un block de esos papelitos de cinco por cinco centímetros que decían Contrato y abajo mis iniciales. Así fue que llegué a la conclusión de que todo lo que había que decir en esta profesión entraba en esos papelitos de cinco por cinco”, le contó a Teleshow.
Carlos pasó de los contratos formales a los realizados de manera “casera”. Sin embargo, desde hace tres años, esta modalidad también quedó de lado con los actores de parte de Carlos Rottemberg.
En casa
“Hace años que no tengo contrato con ninguno, incluida la propia Mirtha Legrand, a quien produje durante 20 años. Cuando dijo ninguno es ninguno. En 45 años jamás recibí una carta documento de nadie de a profesión. Yo creo en el valor de la palabra puesto en la práctica, como a la vieja usanza”, argumenta, de muy buena relación con la señora Legrand.
"TENGO UNA ESPECIE DE TERMOSTATO PARA CONOCER A LA GENTE. NO PRODUZCO NI TRABAJO CON GENTE QUE INTUYO QUE ME VA A DAR MAS DE 3/8 DE PRESION", CONTO.
Hombre precavido, confiesa qué para llevar adelante esta metodología de trabajo, confía en su ojo clínico a la hora de buscar a esa persona que va a trabajar para él: “Me manejo con una especie de termostato. No produzco ni trabajo con gente que intuyo que me va a dar más de 3/8 de presión”, manifestó risueño al contar su método.