Hace años que recorre el camino artístico, y ahora Mariana Genesio Peña, cordobesa de pura cepa, protagoniza Pequeña Victoria, la nueva ficción de Telefe para sus noches. Casada con Nicolás Giacobone, conocido ganador de un Oscar, la actriz trans no quiere develar su edad porque “todavía estoy esperando que me llame Cris Morena”, argumenta entre bromas.
“Ema, mi personaje, es una mujer trans que se dedica a las letras, es profesora de literatura. Tuvo una educación privilegiada, viene de una clase social alta pero, por otro lado, una formación familiar carente porque su madre se murió cuando ella era muy chica. Y su padre no aceptaba su condición o su identidad de género. Cuando ella se va de su casa familiar, se refugia en los Bosques de Palermo, donde conoce a mamá Marlen, una mujer grande que la lleva a vivir a una pensión", cuenta.
–En El marginal hiciste un papel dramático y ahora encarás uno tierno…
–Primero, estoy muy agradecida de tener la oportunidad y la responsabilidad. Valoro mucho la repercusión que tuvo mi personaje en El marginal y estoy muy contenta por poder mostrar otra faceta como actriz y como actriz trans. Estamos acostumbrados a ver personajes de mujeres trans vinculados a la prostitución, a la marginalidad. Pero hay otras realidades que nunca fueron mostradas, y creo que Ema va a mostrarlo.
–¿Cómo es la sociedad actual con las chicas trans?
–Creo que estamos en un gran momento. Argentina, con todos sus defectos, en ese aspecto es muy de avanzada. Viví en Nueva York tres años, y cuando contaba cómo era vivir en Buenos Aires me preguntaban si podía salir a la calle, si no me agarraba la Policía, no entienden que acá estamos tan o más avanzados que ellos. Igual, hay que seguir construyendo porque la discriminación sigue.
–¿La transición familiar cómo fue?
–No fue contenido ni acompañado porque, para cualquier padre, al menos para los de mi generación, es difícil. En la infancia sentía que me hubiese encantado ser nena en vez de nene. Después, en la adolescencia, entendí que me la iba a tener que bancar. Y al final de la adolescencia, cuando lo hablé con la familia, al principio lo vivieron con rechazo, como algo raro, y generó rispidez en la convivencia. Pero no sufrí mucho porque siempre fui una persona muy solitaria y me tuve a mí misma. Puede sonar arrogante pero siempre estuve enamorada de mí misma.
–¿Tu pareja, Nico Giacobone, cómo vive tu exposición?
–Me viene acompañando hace diez años, que es el tiempo que llevamos juntos. Sabe que la vengo remando, trabajando, haciendo lo que tiene que hacer cualquier actor o actriz. Está muy contento porque sabe que es algo que siempre esperé. Mi familia también lo está. Lo viven con toda la cholulez que se genera alrededor. Hace un tiempo que aceptaron lo que no aceptaban antes. Ahora no sólo me aceptan sino que también me admiran.
–¿De qué forma describís tu amor con él?
–Como una comedia romántica… Estoy obsesionada con la historia de Pretty Woman, quiero hacer esa película. Mi historia con Nicolás me hace acordar mucho a esa historia.
–¿Te gustaría ser mamá?
–¡No! Quiero ser millonaria. La maternidad nunca fue un deseo para mí. Tengo un perro que se llama Larry… Nico tampoco tiene ni quiere hijos. Estamos casados acá.
–¿Cómo viviste la época en que lo acompañaste a que reciba su premio Oscar por Mejor guion de la película Birdman, en 2014?
–Fue fantástico, como vivir en una borrachera durante tres meses, no lo podía creer. Además, literalmente estaba borracha. Bailé con Mick Jagger… en un momento sentí que me tocaba las piernas, me pareció un viejito amoroso, canchero.
–Lucís espléndida, ¿cuál es tu secreto de belleza?
–Trato de comer sano, voy al gimnasio, hago de todo…
