Naomi Campbell, la modelo ícono de los 90, desató la furia popular durante la Semana de la Moda en Londres.
Es que la inglesa lució un vestido blanco que incluía un “falso disparo”, una creación de la diseñadora Mowalola Ogunlesi.
El polémico atuendo aparece un mes después de que la modelo asistiera a la fiesta de cumpleaños número 90 de Gaston Glock, un fabricante de armas multimillonario.
Los colectivos de víctimas de armas de fuego consideraron que la modelo se burló de ellos y frivolizó la violencia.
Uno de los que alzó la voz en contra fue Joan Crozier, hermano de una niña que murió en una masacre de Dunblane en 1996.
“Las víctimas de la violencia armada no pueden quitarse las cicatrices de la forma en que ella puede quitarse el vestido” escribió.
Otra de las personas que criticó fuertemente el accionar de Naomi fue Lucy Cope, quien fundó Mothers Against Guns UK después de que su hijo fuera asesinado en Londres en 2002.
"Es un insulto para las personas cuyos hijos ha sido asesinados en el Reino Unido. Odio cuando las famosas piensan que es genial dar glamour al crimen armado, es asqueroso", manifestó.
Sin embargo, a Naomi parecía no importarle las críticas y hasta se animó a agradecer a Mowalola por su “increíble” vestido.
Pero el aluvión de críticas la obligó a dar explicaciones y expresó que eligió ese vestido para apoyar a la joven diseñadora y hacer una declaración política.
"Este vestido no pretende dar glamour a los crímenes con armas. Es una declaración artística" dijo.
"Quería apoyar a la joven diseñadora británica Mowalola Ogunlesi, que está haciendo un gran trabajo y le apasiona sacar a la luz un problema tan grave a través de sus diseños", escribió en su perfil de Instagram.