Hasta hace algunos días, Mariano Martínez (40) andaba con los pelos al viento, desprolijo, con una frondosa barba que le tapaba casi todo el rostro. Quien se lo cruzaba por la calle casi tenía que ser muy fanático del actor para poder reconocerlo. El cambio de look tuvo que ver con Yo, traidor, la película que protagoniza y que acaba de finalizar la primera etapa de su rodaje. Se trata de una película nacional que se rodó en Córdoba, en Chubut y que aún restan realizar algunas escenas en Oklahoma, Estados Unidos.
“La película habla de las segundas oportunidades. Trata de un padre y dos hermanos, uno de los cuales es mi personaje, que decide dividir la empresa familiar, manipulando un poco la situación. En un momento las cosas no salen como mi personaje quiere y termino desamparado”, contó el actor sobre el filme, del que espera con mucha ansiedad el estreno.
De todas maneras, aún falta un mes para filmar la segunda parte en tierras estadounidenses para luego poner la fecha en la que se proyectará en los cines. Con el deber cumplido, y mientras espera lo que viene, Mariano se cortó el pelo, se afeitó y recobró su apariencia. Volvió a ser el de siempre, el galán seductor que conquista con su sonrisa. En el medio de su vuelta a la normalidad, se puso a pensar que, compenetrado con su trabajo, pasó varios días alejado de su familia. Se destaca como un padre presente y de esto dan crédito su mujer y hasta su ex, con la que tiene una gran relación. Por este motivo propuso un gran programa que ninguno quiso objetar.
¡Vacaciones!
En plan de descanso y de recuperar energías, con su mujer, Camila Cavallo (24), y sus hijos, Alma (2), Olivia (9) y Milo (6) –estos dos últimos, fruto de su anterior relación con la modelo Juliana Giambroni– armaron las valijas y volaron rumbo a Disney, a disfrutar de los últimos calores de Estados Unidos. La propuesta puso muy contentos a los más chicos del clan. “La familia disfrutó mucho de los parques de agua. Nos tocaron días alucinantes, de calor”, contó luego de salir de Volcano Bay, uno de los parques acuáticos más alucinantes a nivel mundial.
Allí reina la tranquilidad, y en este lugar le tocó el turno de divertirse a lo grande a la pequeña Alma. Otro de los primeros lugares por los que pasaron una vez que pisaron Orlando fue Animal Kingdom, sitio en el que los chicos quedaron alucinados con los animalitos y la naturaleza exótica. En otro de los parques, su mujer y Olivia disfrutaron de la montaña rusa, juego al que subieron en más de una oportunidad y que el resto observó desde abajo. “A mí me marean las montañas rusas y a Milo por muy poquito no le dio la altura, así que nos quedamos esperando abajo”, detalló el galán.
Al agua...
Por supuesto, las postales con las típicas orejas de Mickey y Minnie Mouse no pudieron faltar, ni tampoco la foto de los pequeños con el ratón más famoso. Cada uno de los lugares que recorrieron, cada detalle que le pudieron imprimir a este gran viaje desbordado de amor, Martínez los definió como momentos mágicos que atesorará en lo más profundo de su corazón. Lejos de los parques, pero siempre con la intención de seguir recorriendo en familia, de poner la sonrisa y la diversión por encima de sobre todas las cosas, se pusieron el traje de baño y fueron a la playa.
Si bien el día que fueron al mar el sol acompañó, la temperatura no ascendió lo necesario como para que se pudieran meter. Sin ir más lejos, hasta se dejaron las remeras puestas. Jugaron un rato en la arena, hicieron castillos con la más chiquita y aprovecharon que no había mucha gente para sacarse un par de fotos divertidas. A su regreso, a Martínez lo espera terminar de rodar la película mencionada y empezar con las grabaciones de Separadas, la tira de Pol-ka que se verá el año que viene por El Trece.