Alguna vez se quemaron las pestañas estudiando. Pero no para ser famosos. Para alcanzar popularidad y reconocimiento se necesitan otras cosas más que darle a los brolis 12 a 15 horas sin cerrar los ojos: pegar un buen papel, meter una primicia rimbombante, ser carismático, caerle agradable al público o manejar con acierto las redes sociales.
Todos ellos, periodistas de larga trayectoria, actores y actrices de talento y prestigio, modelos de pasarela y de tapa de revistas, humoristas que llenan teatros, conductores de probada eficacia, cocineras “cinco tenedores” o panelistas picantes y espumosas pasaron noches y días sin dormir para completar sus cursadas universitarias y ser, de alguna manera, la crema de la farándula, la frutilla del postre en el sabroso banquete del mundo artístico. Aquí repasaremos sus carreras y, antes que nada, nos pondremos de pie y les tributaremos un largo aplauso. Porque el saber no ocupará lugar ¡¡pero acá se lleva estas tres páginas!!
En estos días de tanta inflación, salarios por el piso, desocupación y niveles de pobreza por las nubes habría que llamar a Yayo Guridi cada 15 minutos. El cordobés, dueño del humor más guaso y pegadizo del que se tenga memoria, es tan economista como fanático de Belgrano. Es difícil imaginarlo hablar del dólar, del FMI, de las Lebac y las Lelic, pero si un día se animara quizás provocaría sonrisas en medio de un tema que sólo hace llorar.
Otro caso si se quiere “curioso” es el de Maru Botana, que se recibió de licenciada en administración de empresas para manejar con manos maestras –las mismas que utiliza para preparar platos y postres– su emprendimiento comercial, obviamente vinculado a sus conocimientos como chef.
A nadie debería llamarle la atención que Yanina Latorre sea una de las mejores “contadoras” de chismes de la televisión argentina y, si se quiere, americana y mundial. La polémica panelista de LAM y Polino auténtico es contadora pública nacional, algo con lo que a veces bromea. Le va mejor con la info que con los números, pero siempre es bueno saberlo…
Dicen que Argentina, y sobre todo Buenos Aires, registran el porcentaje de psicólogos y psiquiatras por habitante más alto de todo el planeta Tierra. En el ambiente no sucede lo mismo, ya que sólo se registran dos casos: Verónica Lozano es una psicóloga que llevó el diván a su exitoso Corta por Lozano y Diego Peretti es un psiquiatra que ha confesado que despunta el vicio cuando la actuación le deja tiempos libres.
Guillermo Andino conduce noticieros casi desde que dejó la secundaria y la chocolatada caliente. Hoy que es un cincuentón casi nadie recuerda que ese pibe que se iba abriendo un camino en el inolvidable Realidad 86 de la mano de Sergio Villarroel al mismo tiempo se recibió de licenciado en relaciones internacionales. Y sí, ya desde pibe se llevó el mundo por delante.
Nadie mejor que ellos para “construir” una carrera interesante tanto en la tele como sobre los más diversos escenarios. Aníbal Pachano, Vanina Escudero y Guido Süller son, además de lo que todos sabemos, tres muy buenos arquitectos. Pachano mostró su diploma en una de sus tantas peleas con Graciela Alfano, y el esposo de Tomasito le rediseñó una vivienda a Alejandro Fantino, quien confió en sus servicios y terminó muy satisfecho.
Marcela Feudale es la distinta de Showmatch. No porque sea la mejor bailarina ni una jurado punzante. Mucho mejor que eso: ella pasó por la facu y salió con el título de licenciada en historia. Es una apasionada y le dedica parte de su vida a desarrollar sus conocimientos, y a transmitirlos.
¿Burlando, Morla, Ana Rosenfled, Miguel Angel Pierri, Francolino? Ni ahí. Los abogados más famosos son Alejandra Maglietti, Luis Novaresio, Eduardo Feinmann, Juan Carlos Toti Pasman y Gerardo Romano, todos recibidos y en algún momento abocados a su labor como letrados.
Alguna vez, el inolvidable Juan Carlos Calabró rezongó porque su hija Marina se había “recibido con 9,75 de licenciada en ciencias políticas y terminó haciendo chimentos”. El tiempo dejó un imborrable recuerdo del querido Cala y además le dio la razón a la infartante morocha: es una de las periodistas más aguerridas, sagaces y creíbles del mundo del espectáculo.
Nos volvemos a parar, nos sacamos el sombrero y los aplaudimos. A los abogados y al resto. Porque en la farándula, a veces, triunfa la ley de los que más se esfuerzan.
