Los dedos de una mano tal vez alcancen para contar los divorcios de la farándula que concluyen y se desarrollan bajo el mandato de los denominados “buenos términos”. A lo mejor en un primer momento la escenografía resulte engañosa e invite a creer que el final de la relación se produjo en un contexto de plena armonía, motorizado por la conformidad de ambas partes y el deseo de continuar por caminos distintos con los mejores augurios.
Sin embargo, son pocas las separaciones que resisten el transcurso del tiempo sin que alguno de los involucrados decida destapar la olla, revelando detalles desconocidos públicamente. Situaciones detrás de escena que casi siempre son resultantes de incumplimientos económicos o diferencias cotidianas por el trato recibido. Ahora ya no quedan dudas: de los número 1, solamente Marcelo Tinelli parecería estar a salvo.
El conductor de Showmatch ya vivió dos rupturas y ni Soledad Aquino ni Paula Robles salieron a reclamarle un solo centavo en concepto de división de bienes o adeudamiento de cuota alimentaria. Hasta hace unos días, Adrián Suar (51) también estaba “invicto” en ese sentido, pero recientemente Araceli González (52), quien se separó del Chueco en 2002, provocó un terremoto mediático con una durísima denuncia contra el padre de su hijo Toto.
“Quiero contarles veinte años de mi vida. Durante todo ese tiempo vieron a una mujer que iba y venía, que trabajaba hasta el desmayo, que río y que lloro, a veces entera, otras desestabilizada. Y ya es hora de decir la verdad”, fueron las palabras que eligió para darle comienzo a su descargo, que sale a la luz 17 años después de haberle puesto final a su matrimonio con Suar.
“Desde mi divorcio jamás conseguí la división de bienes. He firmado papeles que me mostraban, hubo ‘arreglos’ nunca arreglados y postergaciones sostenidas. He sido paciente con las tantas vueltas que se dieron alrededor de este asunto. Pero hasta aquí llegué”, prosiguió más tarde, ya metiéndose de lleno en las razones que la llevaron a manifestar públicamente su inconformismo por las incesantes demoras.
Enojada
“Siempre he dicho que denunciar protege. Que acobardarse es un error. Y no voy a seguir dando un ejemplo contrario. Si me quedo en casa haciéndome la pelotuda y mostrándoles a todos que la vida es embellecerse, no estaría comunicándoles quién soy en realidad. Esta que ven aquí es una guerrera dispuesta a salir por su dignidad, y por ende la de todos. Inicié una lucha definitiva, ni más ni menos que por lo que me corresponde”. agregó la actual pareja de Fabián Mazzei.
“La lucha de las mujeres todavía continúa, y será constante. No bajemos los brazos, no confundamos sensibilidad con debilidad. Que no crean que porque una parece estar ‘en otra’ se resigna a la línea del machismo y el destrato. Todas padecemos lo mismo. Es por eso que, como persona pública, tengo la obligación de sumar mi voz: que estos atropellos suceden sin distinciones y deben ser extirpados. Siento que mi misión es ayudar a construir desde mi propia historia, desde mi propia experiencia de búsqueda de la evolución”. Así, en representación propia pero también con la bandera del “no nos callamos más”, Araceli rompió un extenso silencio. Restará saber si Suar sale a contestarle o prefiere resolver todo por otra vía, arribando a un entendimiento en privado o, en su defecto, a través de sus abogados.
