Con el correr de su carrera artística, a medida que fue evolucionando y creciendo profesionalmente, Natalie Pérez (32) se transformó en un torbellino. La actualidad marca que es una de las chicas del momento. De un tiempo a esta parte, todo lo que toca la actriz lo convierte en éxito. Como muestra alcanza con Las Estrellas, tira que se emitió por El Trece, o Pequeña Victoria, la flamante ficción que mira a todos desde arriba desde la pantalla de Telefe.
A la par, con su inconfundible voz, sigue cautivando con su música. Días atrás, en Vorterix, presentó Un té de tilo por favor, su primer disco musical, con el que se mete de lleno en el mundo de la melodía. Con la presentación, celebró el primer año de su trabajo y lo hizo acompañada por músicos amigos, entre ellos Lisandro Aristimuño, con quien las malas lenguas la vinculan sentimentalmente. Fue tal lo que se vivió arriba del escenario, que la artista casi no encontró las palabras para describir tanta emoción contenida.
“Fue una gran borrachera. No me acuerdo de nada, sólo de que la pasé increíble y muy bien. Gracias a todos los que vinieron a festejar el cumpleaños de mi disco”. Por supuesto, no descuida su pasión por el cine. Sin ir más lejos, en poco tiempo se estrenará en los cines del país Amor de película, filme que protagoniza junto con Nicolás Furtado. La morocha pisa fuerte en todos los terrenos de su profesión y prácticamente no tiene lugar para otras cuestiones.
“A veces, cuando pasan tantas cosas juntas en la vida de uno, es muy difícil disfrutar. Trato de ver el vaso medio lleno. No tan vacío ni tan lleno, para no ahogarme”, contó. Creadora por naturaleza, Natalie no se detiene y continúa buscando la manera de seguir floreciendo. Empezó a trabajar en su segundo disco y ya tiene listas dos canciones, y si bien falta, confía en que no se quiere apurar para terminarlo. El ritmo de trabajo de Pequeña Victoria no le da respiro y su deseo es irse de viaje apenas termine de grabar, para encontrar su fuente de inspiración.
Sentimientos...
Natalie parece estar en la etapa de reencontrarse. De divisar ese camino que la lleve hacia el amor de su vida. Desde que se separó de Ramiro Gayoso, con quien compartió los últimos seis años de su vida, el cartel de la soltera más codiciada parece estar pegado en su frente. Sin embargo, desea seguir por el camino de la soledad y no lanzarse a los brazos del primero que pase caminando por su vereda. “Hoy por hoy mi vida es mi perro, un caniche que se llama Rope. Es hermoso. Hacemos colecho”.
Como contrapunto a su estado sentimental aparece la maternidad. En cada entrevista añora la idea de convertirse en madre y tener varios hijos. Incluso tiró un número sobre la mesa y habló de las ganas de ser mamá de seis hijos. “Era la idea, es verdad, pero ahora ya estoy medio complicada. Podría ser si el año que viene tengo quintillizos, así, todos de una vez”, bromeó.
“Yo siempre quise ser mamá, no tengo problemas en decirlo. Voy a cumplir 33 años y no llegó el momento. Pero estoy feliz y abierta a la maternidad”. Más allá de esto, no se desespera por encontrar al amor de su vida. De hecho, no le cierra la puerta a una posible reconciliación con Ramiro.
“Estoy separada pero no estoy sola; atrás tengo una familia hermosa que me acompaña, tengo amigos y el perro. Con Ramiro veníamos de un desgaste, por eso me fui. Nosotros nos amamos, pero en ese momento de la vida no coincidimos y me pareció justo tomar distancia. Las puertas del amor nunca las cierro. Por ahí volvemos a coincidir. No tengo idea. No lo analicé”.
