Luciano Castro regresó a la pantalla chica y se habló de él por su personaje en Pequeña Victoria, de la que es uno de los protagonistas. Por ese entonces, un mes atrás, las noticias de su vida privada aún giraban en torno a la reconciliación con Sabrina Rojas, con quien están juntos hace una década y que, a fines del año pasado y comienzos del corriente, atravesaron una profunda crisis que pudo haber puesto en jaque aquel vínculo.
En aquellas épocas de calor y de descanso, los actores decidieron continuar con la convivencia aunque la separación de la pareja era un hecho con todas las letras. Tanto que ellos mismos lo reconocieron públicamente. Sin embargo, siguiendo el método de “cada maestrito con su librito”, continuaron viviendo bajo el mismo techo y se fueron, con sus hijos, de vacaciones a Mar del Plata, conservando la unión familiar y apostando a ver qué sentían uno y otro a la “distancia”.
Y en el trimestre en que cada uno fue dueño y señor de sus decisiones, ambos apostaron a vincularse con otras personas. Claro, en ese entonces nada se supo sobre los caminos amorosos que recorrió cada uno. El galán y la curvilínea se reconciliaron antes de terminar el verano, y todo pareció volver a la normalidad.
¿La tercera en discordia?
En los pasados días la revolución en redes sociales y noticias en todos los medios de comunicación tuvo como protagonista, casi absoluto, a Castro. No por una nueva crisis o separación de Rojas, no por expresiones vinculadas al mundo de la política ni por confesiones de su vida puertas adentro de su casa. Sino porque en las imágenes que se viralizaron se lo veía como Dios lo trajo al mundo, dejando en evidencia todas y cada una de las partes de su cuerpo, incluso las íntimas.
Y más allá de los comentarios entre mujeres y hombres que se pudieron escuchar en todos lados por la amplia repercusión del tema y hasta de los memes que circularon por el mundo web y por cadenas de WhatsApp, el actor optó por mantenerse alejado de la exposición pública. Las versiones, en supuesto nombre del artista, indicaron que las imágenes se las habían robado a Luciano de su cuenta de Instagram y que iban dirigidas a su esposa, Sabrina, durante el proceso de reconciliación.
Verdad, consecuencia...
Lejos de los trascendidos, la realidad de las imágenes de Luciano desnudo que circularon tendrían un trasfondo con nombre y apellido. Durante el tiempo que estuvo separado de Rojas, el actor se habría vinculado con una joven, con quien se enviaban mensajes subidos de tono, por redes sociales.
Y si bien, al reencontrarse con Sabrina como pareja, ambos confesaron qué hicieron con su vida sentimental y sus deseos íntimos en el tiempito en que no estuvieron juntos, el integrante de la ficción nocturna de Telefe, una de las más vistas de la tevé, no sabía –tal vez lo intuía– que largos meses después se harían publicas las imágenes que compartía con la mujer con la que se vinculó y que habría conocido en el bar de un amigo, Eter, en plena Capital Federal, mientras disfrutaba de una noche a pura diversión con su grupo de amigos.
Si bien la mujer involucrada no quiere salir a contar el detalle de las idas y vueltas virtuales y cara a cara para preservarse en términos legales, lo cierto es que a Rojas no la sorprendieron las “postales”. En algunos días, es posible, que para el papá de Fausto y de Mateo sea sólo una anécdota para recordar, o no tanto: “Me da pena por mis hijos”, se limitó a decir él.
