Sin ser Moria Casán, Yanina Latorre (50) también tiene lengua karateca. Sin pudor y sin contenerse, cuando se enoja, a la panelista de Los Angeles de la mañana las palabras suelen brotarle cual catarata sin filtro. Ella es así. Ese es su estilo. Su sello.
Le ocurrió recientemente, cuando de modo insólito recibió reclamos por la actividad laboral de su esposo, el exfutbolista y actual comentarista Diego Latorre. Fue en el marco del súper clásico disputado entre Boca y River, en que el equipo millonario eliminó al xeneize y lo dejó fuera de la Final de la Copa Libertadores y Gambetita fue comentarista para Fox Sports. Ante el malestar por la derrota, algunos fanáticos comenzaron a arrobar a Yanina destacando el mal desempeño de su marido.
Y ella, ni lerda ni perezosa, salió al cruce. “Ya vos que carajo te importa, ¡pelotudo! Andá a llorar al campito”, le respondió a quien le recordó el puntitagate. “Claro nabo, vos sos un imbécil ¿y la culpa la tienen los periodistas? Pelotudo”, le contestó a otro. “El recuso del mediocre, ¡está amargado y se agarra con los periodistas! Te pegunto pardo, ¿ellos jugaron? ¿Son técnicos? ¿Árbitros? Burro”, le dijo a otro.
Y por otro lado, a todos aquellos que salieron a hacer causa común con ella, les respondió mucho más calma, aunque con el mismo estilo. “Todos enfermos violentos”, le dijo a uno. “Son imbéciles sin vida”, le explicó a otro. Y finalmente cerró contestándole a un seguidor que la agredió: “No se la chupo a inútiles”. Cien por ciento Yanina.