Durante los últimos años el nombre de Luciano Castro (44) estuvo asociado al trabajo. Casado con Sabrina Rojas (39) nada hacía hablar de ellos. Pareja de perfil bajo y dedicada a la crianza de sus hijos: Mateo, de una relación anterior de él, y Esperanza y Fausto, nacidos de su propia unión. Hasta que sobrevino la separación…
A principios de año una fuerte crisis que no pudieron sortear terminó separándolos. “Hubo desgaste y hastío”, habían sido las palabras que eligió la modelo para explicar en los medios el porqué de la decisión que tomaron, aunque continuaban viviendo bajo el mismo techo.
Sin embargo, así como sorprendió la noticia de la separación, sorprendió la de la reconciliación, que se dio con una rapidez también inesperada. “Para mí la distancia, si bien se la pasa muy mal, está buena. Porque uno arranca con otro envión, más enamorado. Estuvimos separados dos meses y medio, lo que pasa es que estuvimos bajo el mismo techo. Y cuando llegó el momento de realmente vivir en lugares distintos, en otro departamento, aflojamos los dos y dimos marcha atrás”, dijo ella en Intrusos.
Y en eso andaban, reconciliados y felices, cuando de pronto unas fotos íntimas del galán se viralizaron. Entonces, se volvió a hablar de ellos. ¿Eran imágenes para Sabrina? ¿Estaban separados nuevamente? ¿Estaba Castro siéndole infiel?
Ella, una vez más, se sentó en el living de Intrusos y habló del asunto. “Esto es parte del verano, de nuestra separación. Reconozco el lugar donde estuvo durmiendo. Estuvimos separados casi tres meses y cada uno hizo de su c… un pito. Evidentemente, yo me moví con gente más confiable”, aseguró.
“Cuando nos separamos, él me pidió la clave de su Instagram porque hasta el momento se lo manejaba yo. El hizo su vida y yo la mía, en medio de los malabares que hacíamos con los chicos. Cuando decidimos reconciliarnos, a nosotros nos funcionó ser claros y blanquear. El me contó que había mandado esas fotos por Instagram y la verdad que en ese momento me shockeó. Me enojé, porque había cero confianza con la destinataria y sabía que no lo iban a cuidar”, continuó entonces.
“Nos expuso como familia, pero seguimos haciendo nuestra vida igual. Mis hijos no están enterados de nada, no los salpicó, por ahora. El va a salir mucho más ileso que cualquiera. Está dolido por cómo nos expuso a nosotros, a sus hijos y a mí, no por la mirada del otro, porque a él eso no le importa”, agregó.
“Nosotros no nos separamos por cuernos, la rutina nos llevó puestos. Por eso cuando decidimos volver a estar juntos, decidimos blanquear qué había hecho cada uno. Fue fuerte pero a mí me tranquiliza saber qué hizo el otro, estar adelantada es mucho mejor. Y si hay una deuda ya fue saldada, yo perdoné como también fui perdonada”, detalló.
Un poco de paz...
Y tal vez con la necesidad de alejarse un poco del ruido mediático y concentrarse en su pareja, el actor de Pequeña Victoria, la tira que diariamente emite la pantalla de Telefe, y la modelo decidieron tomarse un descanso. Pero un descanso en soledad. Casi como una mini luna de miel. Dejaron a sus hijos en Buenos Aires y partieron rumbo a Brasil, donde aprovechan para reencontrarse y mimarse al sol.
Y fue Sabrina quien compartió imágenes de las románticas vacaciones. Allí, en las paradisíacas playas cariocas, se los ve al sol, mimándose acaramelados y dejando en claro que están juntos y que están bien. Ella, además, compartió con sus 934.000 seguidores un tierno video en que se los ve entrando al mar sonriendo, mientras suena el tema “Verte reír”, de la banda uruguaya No te va gustar. “Me encantaría volver a verte reír, cómo me gusta verte reír”, se escucha mientras ambos sonríen, como quien sabe que tiene un tesoro entre manos. Para ellos, seguramente, el tesoro es su amor.
El lo dejó en claro cuando tras el escándalo de la filtración de fotos regresó a la red social y le dedicó un tierno mensaje a su mujer por el Día de la Madre. “Madre hay una sola y Sabri también. Te amo, ¡feliz día!”, le escribió con amor a la mujer que eligió hace diez años.