Guionista, directora (de teatro y cine) y actriz. Jazmín Stuart (43) es las tres profesionales en una. Y regresó a la tevé como protagonista de Tu parte del trato junto con Eleonora Wexler y Nicolás Cabré. “A pesar de que estudié actuación desde los 12 años, elegí como carrera universitaria la dirección de cine y me gradué a los 20. En ese momento no había demasiado trabajo detrás de cámara, entonces decidí empezar a trabajar como actriz", recuerda.
"Entré a trabajar en televisión, un poco sin entender el código, un poco con dudas, y fue un espacio en el que estuve trabajando seis años ininterrumpidos en tiras diarias, lo cual me dio una entidad como actriz y me permitió irme a vivir sola. Pero en un momento me di cuenta de que me estaba desviando de mi búsqueda original, que tenía que ver más con lo autoral. Eso no significa que me haya arrepentido", dice.
"Creo que tenía que ser así, yo tenía que conocer esa manera reglada e industrial y comercial del trabajo, porque es necesario entender esa disciplina y esos tiempos para después poder valorar otras formas de trabajo. Que puedo ser autora y puedo dirigir y actuar en piezas que yo elija y que también puedo participar en un proyecto grande, comercial, masivo y disfrutarlo”, reconoció sobre sus idas y vueltas como artista y creativa. Hoy la actriz es parte de la ficción de El Trece, TNT y Flow con su personaje de Patricia, que deja al descubierto a una mujer de armas tomar.
–Hacés escenas de sexo. ¿Fue una decisión importante aceptarlas?
–No suelen ser escenas muy cómodas. Me cuestan, pero con un buen equipo, un buen director y un buen compañero se pueden sobrellevar más fácilmente. Nunca hago algo que me haga sentir incómoda. Históricamente fue sucediéndose un cambio muy grande respecto de la comodidad de los actores en el set. Se sabe que si el actor está cómodo actúa mejor y que las escenas de sexo no están puestas solamente en busca de lo escandaloso.
–Se habló mucho de vos a partir de un audio donde se te vinculó a la estafa del Telar de la Abundancia.
–Me pareció muy aberrante, irrespetuoso y desinformado el enfoque que se le dio. Se me puso en un lugar de chivo expiatorio con algo que me excede y no tiene que ver conmigo. Pasé tres semanas por ese espacio. Perdí, no gané, fui víctima. Se viralizó un audio que envié a una sola persona, a una amiga. Difundir audios privados es ilegal, podría haber iniciado acciones legales y no lo hice, porque me interesa volver a poner el foco en lo importante, los temas por los que milito.
-¿Por qué?
-La iniciativa no fue inocente, hay una intencionalidad y es precisamente mi militancia. Pero cuando más intentan debilitarme, más me fortalezco. No estoy sola, formo parte de un movimiento inmenso (colectivo de Actrices Argentinas). Siento que siempre fui feminista de una manera muy intuitiva. Siempre me interesó la temática feminista y leer al respecto y aprender, pero no encontraba o no se me había presentado un espacio de militancia, un espacio de trabajo en conjunto. Y cuando surge Actrices Argentinas siento que encontré mi lugar, mi espacio de debate y de aprendizaje compartido. Mi espacio de acción como activista, porque yo siento que lo que estamos haciendo es activismo. Militante es una palabra que vale también, pero en realidad lo que hacemos nosotras es activismo, estamos accionando para transformar una realidad.
–¿Cómo ves el caso de Thelma Fardin? Juan Darthés recibió un pedido de captura por la Justicia de Nicaragua.
–Sentimos que judicialmente la causa avanza para el lado correcto, acompañando a Thelma, y con mucha paciencia, porque son procesos largos.
–Hablemos de la mujer detrás de la creativa. Tu marido es chef, ¿quién cocina en tu casa?
–No, ya no estoy más casada. Me separé hace como un año. Nadie lo sabía porque no suelo hablar de mi vida privada. Pero es el padre de mi hijo y nos llevamos muy bien. Hoy somos muy amigos. Así que ahora la que cocina soy yo.