Para los artistas, uno de los meses más importantes es diciembre. Es cuando aprovechan para hacerse distintas escapadas a variados destinos, porque saben que el verano suele encontrarlos trabajando. Al revés de muchas profesiones u oficios, el actor suele pasar arriba de las tablas el período que va de diciembre a marzo.
Y siguiendo esa línea laboral es que Benjamín Rojas (34) se escapó de la rutina y los compromisos al poquito tiempo que bajó el telón de Una semana nada más, la obra que protagonizó todo el año con Nicolás Vázquez y Flor Vigna. Para el rubio de ojos claros no sólo es un tiempo de descanso, de recuperar energías, sino también un espacio de encuentro familiar, de compartir con los suyos y de disfrutar, por primera vez en la playa, a una de las mujeres más importantes de su vida: su primogénita Rita.
Con su mujer y mamita de la baby, Martina Sánchez, se subieron a un avión bajo el lema de llegar a tierra brasileña. Instalados en una zona privilegiada, el integrante de Rebelde Way –tira infantil que volvió a la pantalla chica resumida en veinte episodios para Netflix– con los amores de su vida le hicieron honor a la desconexión total. Benja agarraba el celular pocas veces al día para distenderse y bajar revoluciones en un marco paradisíaco de aguas verdes y arena casi blanca.
“El teléfono al que usted trata de llamar está fuera del área de cobertura”, bromeó Rojas, a miles de kilómetros de distancia para dejar en claro que lo que menos quería era mantener la rutina. Además, súper baboso y sin querer despegarse un minuto –aunque el cococho se haga sentir–, el papá le dedicó especial atención a la bebé, pues no sólo era su primer viaje sino que llegaba a su primer añito de vida, hecho para nada menor, que no dejó pasar desapercibido.
"Mi hija me saca lo mejor de mí. Desde que nació todo es alegría y felicidad. Ahora sólo queda disfrutarla mucho porque el tiempo pasa rápido", contó.