El escándalo fecundó a mediados de 2017. Un video grabado por la cámara de seguridad de un edificio mostró a Diego Fernando Latorre (50), vestido de jogging y con gorra de visera, visitando el domicilio de Natacha Jaitt. No fue un encuentro casual. Fue algo pautado, armado de antemano, que de alguna manera formaba parte de una cadena de encuentros clandestinos que el ex delantero de Boca venía llevando adelante con la mediática morocha.
Ni más ni menos que un documento revelador que expuso las infidelidades del comentarista de Fox Sports, que, como se sabe, estaba felizmente casado con su mujer, Yanina Latorre (50). Así, con las imágenes recorriendo los diferentes canales e ilustrando las tapas de diversas revistas, comenzó a gestarse una separación que recién, al menos para la platea, se hizo efectiva dos años y medio más adelante.
Sí, porque la propia panelista de Los ángeles de la mañana, responsable de ventilar detalles íntimos de los famosos en El Trece, sintió que el tiro salió por la culata y jamás logró recomponer ciento por ciento su relación con el ex futbolista. De hecho, cada vez que fue consultada acerca de su cotidianidad con Diego, y al margen de remarcar su voluntad de salir adelante como pareja, jamás descartó la posibilidad de ponerle un punto final a la relación. Eso ocurrió hace un mes, cuando Yanina blanqueó que con su esposo ya nada era como antes y que “un día me levanté y le pedí que se vaya”.
Previsiblemente, sus declaraciones causaron sorpresa entre los que imaginaban que los efectos colaterales de las andanzas de Diego con Natacha ya habían quedado enterrados en el pasado. Pero para los que conocían desde siempre el pensamiento de Yanina, la separación no fue más que un reflejo de lo mal que la pareja vivía desde que salieron a la luz las mencionadas filmaciones. Para la mayoría, se veía venir la ruptura, que por momentos parecía lejana, sobre todo cuando Diego y Yanina se mostraban juntos y sonrientes, mientras Lola, la hija del matrimonio, se lucía en la pista del Súper Bailando.
Precisamente, la participación de la joven en el reality fue una de las razones por las cuales la determinación de separarse se fue postergando. “Queríamos protegerla, la hubiéramos expuesto ante la gente si anunciábamos que el amor se estaba terminando”, confesó Yanina, quien, semanas después de la eliminación de Lola, finalmente se animó y reconoció que había optado por pedirle a Diego que abandone el hogar familiar.
Sin embargo, más allá de que él no se opuso y efectivamente accedió a marcharse, el lazo sigue conservando cierto vigor. Recientemente viajaron ambos a Francia, con Dora, la madre de Diego, y con Dieguito (el menor de la familia). “No me molesta que mi ex esté. Es mi familia”, recalcó Yanina, dejando una puerta abierta para la reconciliación tras un escándalo que nació en 2017 pero que recién ahora pegó de lleno.