Todavía retumban los ecos de la nota que Paparazzi le realizó en los primeros días de noviembre. Flor Jazmín Peña (20) habló abiertamente de su sexualidad y reconoció que su corazón podría quedar tranquilamente en manos de una mujer y no necesariamente de un hombre.
“Mi familia no me habla por haberlo reconocido públicamente”, confesó, palabras más palabras menos, la bailarina, que recientemente se coronó en el Súper Bailando con Nicolás Occhiato, su pareja en la pista. Juntos se quedaron con el certamen que conduce Marcelo Tinelli y se adueñaron de una experiencia única, que además de proveerle un ingreso económico inusual para sus bolsillos, sin dudas le abrirá muchas puertas laborales en un futuro no muy lejano.
Pero eso será seguramente harina de otro costal. Hoy la prioridad de la bailarina no es otra que descansar y recargar las pilas para encarar un 2020 cargado de compromisos, pues, como citamos en el párrafo anterior, el año que acaba de iniciarse la espera con una agenda cargadísima. En principio, Flor estará durante la temporada de verano en Mar del Plata, pero después tiene previsto involucrarse nuevamente ciento por ciento en los ensayos del reality de Showmatch, que otra vez la tendrá sobre la pista.
Y en tren de renovar energías, Flor partió de vacaciones a Brasil, sitio que eligió para tomar distancia del ruido y, de paso, reafirmar su visión sobre los sentimientos. ¿Por qué decimos esto? Muy simple: aparte de relajarse y reacondicionar su espíritu con los ojos puestos en los desafíos que se aproximan, la bailarina se hizo un lugarcito para el amor.
Sí, porque allá, en la tierra de la caipirinha, Flor brindó por el comienzo de una nueva historia: su reconciliación con Magalí Tajes.
“Estamos cerrando el año con un eclipse que me trajo mucha verdad y mucho cierre. Les deseo el valor y el coraje necesarios para que puedan darle un final a lo que ya no va y empiecen con lo que tenga que nacer. Que puedan cerrar también los ojos y dejar fluir con confianza la vida, sabiendo que lo que suceda será lo necesario para nuestra evolución. Siento mucho amor, muchísimo, y cuando lo pienso se me llenan los ojos de lágrimas. Pidan perdón, perdonen y agradezcan las veces que sea necesario, tanto a otros como también a ustedes mismos, pero no se guarden nada…”, escribió Flor.
Y lo mejor para el remate de su reflexión: “Abrácense entendiendo que lo que hicieron fue lo más conveniente que pudieron hasta acá y no se castiguen por lo que no fue. La vida es un regalo enorme. Les agradezco mucho el amor que me dan y que me sigue sorprendiendo día a día. Y hablando de amor… Con esta pibita aprendimos a prueba y error que cuando es tan grande, trasciende las formas, la mentalidad, el ego… Gracias por haberme transformado desde el primer día que te conocí”.
Junto al texto, claro, estaba adjunta una foto de Flor bien cerquita de Magalí. Las dos en Brasil. Las dos nuevamente enamoradas. Dispuestas, por supuesto, a darse una segunda oportunidad. Sobre todo Flor, que tanto sufrió para sentirse definitivamente plena.