Posiblemente esté transitando su mejor momento personal. Sofía Jiménez (29) está edificando un presente bien equilibrado, con un saldo positivo perceptible tanto en el plano laboral como en todo lo relacionado con su vida privada. Este combo mezcla amor y continuidad laboral, pues mientras la modelo disfruta de un gran presente sentimental junto a Juan Martín del Potro, a la vez se consolidó como conductora en Modo noche, el programa de América que le fue muy bien en el verano en la grilla nocturna.
Quizás por eso los días que vive Jujuy son hermosos y fructíferos. Tan plena se siente con lo que le está tocando disfrutar que ni siquiera se puso a la altura de María Elizabeth Vernaci cuando “la Negra” dijo que los jujeños “pertenecen a Bolivia y no a Argentina”, en claro tono despectivo. Acerca de las declaraciones de la animadora radial, Sofía conservó la cautela pero reconoció que se trató “de una falta de respeto. Lo digo como jujeña que soy, orgullosísima de mi provincia y mi país. Creo que en esta se equivocó, fue una gran ofensa. La primera sensación que nos dio a los jujeños fue que habló desde la ignorancia. Claramente no fue nunca a Jujuy y yo la invito a que venga y se pueda empapar de la magia que tiene nuestra provincia”.
Lejos de salir al cruce con declaraciones de alto calibre o agresiones verbales fuertes, la modelo respondió con altura y explicó también por qué ahora le resulta más sencillo controlar sus emociones: “Un tiempo después de separarme de Guillermo López tuve ataques de pánico porque todavía no estaba del todo acostumbrada a la exposición. Decidí refugiarme en el camino espiritual: medito, hago yoga y me hace muy bien. Hice un curso de sanación vibracional y me ayudó muchísimo, y también hice memoria celular. Sentí en ese momento que estaba dormida y que necesitaba despertar”.
A través de estos mecanismos terapéuticos, Sofía, como bien lo especifica, consiguió empezar a tomarse las cosas de otra manera y, obviamente, superar la patología que la venía aquejando. Ese fue el secreto para reacomodar su salud y soñar con un presente como el que transita, quizás el mejor de su carrera.