El coronavirus modifica hábitos, despierta la atención, recrudece las medidas y se convierte en el tema de conversación obligado. Además de las consecuencias negativas, como los cierres de frontera, la cancelación de clases y ni hablar de las víctimas, también trae complicaciones para la industria de la televisión.
Las reglamentaciones del Estado, que incluyeron la suspensión de muchísimos ámbitos de entretenimiento, así como las recomendaciones oficiales de evitar la reunión de una cantidad personas en un espacio constituyen un inconveniente para los programas de la pantalla chica argentina.
Varios ciclos tuvieron que replantearse aspectos de su formato, como El muro infernal de Marley, que debió cancelar su segmento de viajes, por la obvia disposición del cierre de los vuelos dispuesto por el gobierno.
Otro de los envíos de Telefé que atraviesa dificultades es El precio de justo, de Lizy Tagliani, dado que su ADN refiere a la interacción con una tribuna repleta de participantes. Están replanteando cómo modificar esa cuestión.
Por otra parte, el periodista Rodrigo Lussich, en su estreno en Intrusos, habló de las complicaciones que sufren los productores de El último pasajero, que conducirán el Chino Leunis y Laurita Fernández. De hecho, la novia de Nico Cabré se encuentra en cuarentena en su casa, tras regresar de New York. El problema suscita en que el ciclo consta de la competencia de dos divisiones de último año del secundario, lo que implica un número grande personas en el piso.
Y por último, también en Intrusos deslizaron una versión muy fuerte, que se relaciona con la duda que experimenta Marcelo Tinelli en este momento para el Bailando por un sueño. El certamen aglutina a una tremenda parva de almas en el estudio, desde bailarines, coachs, público, jurados y productores. Inclusive, la simple acción de bailar implica un riesgo por la cercanía de los cuerpos.
Más allá de la lógica anulación de la tribuna, restan muchos detalles para pulir en el show más grande de la televisión argentina. ¿Podría el coronavirus cancelar el programa de Tinelli?
¿Qué pasa con los famosos en el programa de Guido?
Otras de las consecuencias de la pandemia se vive en Bienvenidos a bordo, de Guido Kaczka, ya que la producción transita una anemia en la convocatoria de famosos. Resulta que las celebridades prefieren evitar exponerse a caerse al agua, así como muchos otros consideran que no es un buen mensaje participar en un show de ese calibre en momento social delicado. Asimismo, está complicado invitar a participantes por el lingote porque la gente tiene recaudos para estar en un lugar concurrido.
¿Podrá la TV argentina reinventarse en ese contexto de precaución extrema por el coronavirus?
