Hay noticias que generan sorpresa. No sólo por la magnitud que tienen sino por el momento en que llegan. Y Johanna Villafañe, conocida tiempo atrás como una de “las hermanas Pombo”, transita y transitará unos cuantos meses más en dulces aguas: la vedette está, valga la redundancia, en la dulce espera.
Alejada de los medios hace un tiempo, decidió apostar a su pareja, un empresario de cuarenta y dos años con el que mantiene una relación desde hace cuatro. Y eso hizo que su carrera –por entonces en ascenso– quedara en segundo plano. Un plano que la bomba sexy morocha pretendía retomar en la temporada de verano que está terminando, pero que la noticia, la gran noticia de que está embarazada, pospuso. Como consecuencia, su vuelta al teatro quedó para más adelante.
Hoy el presente de Villafañe tiene otra prioridad: ocuparse del bebé que viene en camino. La curvilínea pasó el cuarto mes de embarazo y su gestación marcha sobre ruedas. Pero todavía se está adaptando a esta nueva realidad que implica que en los próximos meses dará a luz a su primer hijo. Si bien Johanna mantenía firme el deseo de ser madre en algún momento, el baby no fue buscado, aunque será más que bien recibido.
¡Cuidado, bebé a bordo!
De ecografía en ecografía, la “exhermana de Pamela” tiene la tranquilidad de que su hijo –sabe el sexo pero aún no se lo contó a nadie, ni siquiera a los más íntimos– crece sano aunque a ella aún no se le nota la pancita. Es que siempre fue muy delgada y todavía en su cuerpo no se nota el avance de la gestación aunque, claro, el bebé se hace sentir.
La diosa está a la espera de que, como sucede en muchos casos, la panza le salga “de golpe” para que se luzca, a simple vista, su estado. Mientras, se dedica a disfrutar el día a día en la intimidad de su relación, en su círculo más cercano, sin ganas de exponerse ni de dar explicaciones en público y enfocada en rearmar su vida.
Si bien con su pareja, de quien está muy enamorada pero que es defensor del perfil bajo porque nada tiene que ver con el mundo del espectáculo, no conviven, comparten y mucho… ahora más que nunca. Y, sin prisa pero sin pausa –como proclama la sabiduría popular–, Johanna y su hombre van encaminando un futuro con el nuevo integrante que incluiría, con el correr de los meses, una convivencia. Convivencia que están organizando sin presión alguna, independientemente de que llegue un bebé al mundo.
El motivo que los une por estos días es acompañarse uno al otro ante la nueva realidad y planificar el futuro con la misma tranquilidad con la que llevaron la relación hasta ahora. Que si bien la llegada del hijo es algo que los movilizó y mucho, eso no implica que tengan que hacer cambios abruptos en otros órdenes de sus vidas. Más allá de eso y, tal vez lo más importante, Villafañe está muy contenta ante la maternidad que tiene por delante, que la acompañará el resto de su vida, pase lo que pase. ¡Felicitaciones!