Chupate esta Mandarina: Luciana Salazar está furiosa con la productora de nombre frutal, cuyo dueño –o uno de sus socios propietarios– no es otro que Mariano Chihade, el marido de Mariana Fabbiani, un hombre de estricto perfil bajo, pero altísima injerencia en los contenidos de su empresa. La rubia más explosiva de los últimos años, futura incorporación de Polémica en el bar, cree que desde los programas que maneja la productora actúan de mala fe contra ella.
La semana pasada, una info sacudió Los ángeles de la mañana: Yanina Latorre dijo que la popular y ruidosa Luli Pop estaba saliendo con un señor de apellido Aun. “Se trata de un megaempresario con departamentos en Miami”, dijo la panelista y trazó además un curioso cruce de apellidos: “La hija de este caballero, que es de Zárate, fue novia de Máximo Thomsen”.
El rugbier Thomsen es uno de los principales implicados por el homicidio de Fernando Báez Sosa, un crimen que tiene en vilo al país desde el mes de enero, cuando Thomsen y sus amigos atacaron a Fernando en la puerta del boliche Le Brique de Villa Gesell. Un graph mencionó a Luciana como “la suegra” de quien está detenido en el penal de Dolores junto a otros siete jóvenes. Luli explotó de bronca.
Y la ligaron Mirtha Legrand y El Trece, la emisora donde sale LAM, el ciclo que conduce Ángel de Brito. Luciana era una de las invitadas a almorzar con la diva en su regreso a la tele, pero –enojada por ese graph– se bajó y hasta tuvo un cruce con Nacho Viale, nieto de Mirtha y principal productor del programa.
“Lo único que tengo para decir de Nacho es que se equivoca cuando habla de mí como poco profesional. Después, lo que escribió en Twitter es lo que charlamos por teléfono. Él no tiene nada que ver, pero lo que hicieron fue para lastimarme y no iba a prestarme a ese juego. Por eso no fui. Ojalá Mirtha lo pueda entender”, le dijo Salazar a Intrusos, justo el día en que Jorge Rial volvió a ponerse al frente del ciclo. Luciana participó entonces de la vuelta de JR, pero no de la de ML.
“Hasta Jorge Lanata dijo que fue una guachada lo que hicieron conmigo. Ellos ya habían actuado de mala fe cuando inventaron una charla en el chat de mamis de la escuela diciendo que yo tenía privilegios y que en mi foto de perfil estaba desnuda, y ninguna de las dos cosas tienen nada que ver con la realidad. Es una escuela de muy bajo perfil, tan bajo que prefiero no nombrarla, y evidentemente están buscando hacerme daño. No sé si por cuestiones políticas o por qué motivo”, resumió Luciana y aprovechó para desmentir, una vez más, un romance con el misterioso Aun.
“Es un gran amigo desde hace diez años, así que van a encontrar muchas fotos mías con él. Pero nada que ver, nada más alejado de la verdad. Matilda lo adora porque es una buena persona. Mi prioridad y felicidad es ella”. En cuanto a la actualidad de su corazón, Luciana volvió a jugar al misterio. Ni sí, ni no, ni blanco, ni negro. Ella nunca da mucha info sobre su media naranja. Con quienes no quiere saber nada es con Mandarina.
