Parecería premeditado. Una agria meta que el destino aparentó trazarse con la única finalidad de generar más preocupación aún. Mientras en gran parte del mundo el coronavirus continúa hilvanando una cadena de muertes que cada día suma nuevos eslabones, nada impide que en el plano privado también puedan padecerse los efectos anímicos de las malas noticias.
No hablamos, desde luego, de impedimentos para ir a cobrar un dinero adeudado por los condicionamientos del aislamiento social, ni por la falta de wi-fi en casa para completar las tareas de los chicos por Internet. Nos referimos a situaciones que, al igual que la pandemia que se está desarrollando en el planeta y amenaza con colapsar el sistema sanitario, tienen que ver con la salud.
Por algo Araceli González (52) lo mantuvo bajo siete llaves. La propia actriz reconoció que fue una decisión familiar haber callado hasta encontrar definiciones científicas. Su pareja, Fabián Mazzei (54), debió ser intervenido quirúrgicamente a raíz de un tumor en la boca que, afortunadamente y de acuerdo a lo que informó su novia, “era benigno”.
La exmujer de Adrián Suar contó con una mezcla de humor y nerviosismo que “estábamos esperando unos resultados, pero no de embarazo. En realidad estábamos esperando un resultado porque a Fabi le había salido un tumor en la boca y lo habían operado hace quince días”.
Posteriormente, Araceli fue más profunda y haciendo girar su explicación netamente sobre la enfermedad de Mazzei, agregó: “Obviamente lo mantuvimos en secreto, no queríamos exponer esto porque no teníamos un resultado y esto nos angustiaba a todos. Gracias a Dios salió no positivo, que es benigno, que no es nada malo, que ahora podemos estar tranquilos los dos y podemos comunicarlo”.
Aliviada por el informe de los médicos, la actriz no dudó en recordarles a sus seguidores el valor de darles a las cosas la importancia que realmente se merecen. Y para eso reflexionó acerca de los efectos de la cuarentena sobre las relaciones humanas, citando un mensaje que le había dedicado a Mazzei el 20 de marzo.
“¡Estar! ¡Tan simple como eso! ¡Abrazar! Tan hermoso como esto. Durante mi infancia tenía miedo al abandono. Faltaba una imagen fuerte en casa. Y cuando sufrí ataques de pánico, Romero, mi psicólogo, me atendía el teléfono y me decía algo tan simple y perfecto para mí: ‘acá estoy’. Automáticamente el aire entraba en mi pecho. Y respiraba serena. Y pasaba todo”, explicó.
Luego añadió que en esas circunstancias “también ayudaba llorar. Descomprime el pecho. Lo abre, entra el aire. Nunca subestimes a alguien que padece este estado. Es transitorio. Es un estado, no una enfermedad. Es un ser especial, un ser sensible, verdadero y genuino. La fortaleza se hace mostrándote tal cual sos. Sufrir no te debilita, te construye porque estás resolviendo, siéndote fiel, batallando con dignidad”.
Y sugirió, por último y frente al escenario difícil que atraviesa el país: “Parate bien. Nunca dejes que te debiliten, no lo permitas, eso no se negocia. Siempre la verdad. Expresá tus más hermosos y genuinos sentimientos. Así me encuentro, con red, amada, protegida y esto me hace más fuerte, más empoderada. Sigue caminando firme, nunca te desvíes de tu camino. Respeta tus preceptos, tus valores y tu dignidad”.
Por último, volvió a la imagen del actor: “El señor de la foto es Fabián Mazzei, quien hace que pueda salir con dignidad, segura y con fuerza en esta vida, juntos”.
