La guerra entre Martín Baclini (36) y Cinthia Fernández (31) no tiene precedentes. Estuvieron en pareja casi un año y medio. No se casaron, no tienen hijos y se separaron en el mes de octubre. Sin embargo la ruptura sigue dando que hablar.
¿Por qué? En un principio porque ella –perdidamente enamorada- no podía superar la separación. Después porque él se mantuvo cerca para no perder contacto con Bella, Charis y Francesca, las hijas que ella tuvo con el futbolista Matías Defederico.
Más tarde, cuando se supo que él estaba iniciando una relación amorosa con la modelo Agustina Agazzani, Cinthia estalló en llanto. Después, por el enojo de la bailarina, quien acusó al rosarino de cartonear fama y de haberla usado para conseguirla, por la decisión del empresario de participar del Súper Bailando, junto a Agazzani.
Y ahora por la contratación de un hacker que le permita a Cinthia acceder a los mensajes que borró, en los que ella asegura, su ex la denigra.
Ahora bien, parece que Baclini se hartó. Y en diálogo con Angel de Brito, dio su punto de vista. “Lo más importante es que se sepa la verdad. Yo simplemente lo que hago es responder a los embates de Cinthia. Por mí, y es mi deseo, le doy la mano y ninguno más habla del otro. Yo hago mi camino, ella hace su camino y le deseo lo mejor”, dijo.
“¿Vos le ofrecés un acuerdo, ‘no hablemos más ninguno de los dos y ya está, se terminó acá’?”, le consultó el conductor de Los Angeles de la mañana. “Lo demuestro con hechos, pero si me dice que está enojada conmigo porque voy a la lancha y ella la paga, bueno...Yanina, acá están todos los recibos que demuestran quién paga la lancha”, respondió el empresario.
“Te traduzco lo que estás diciendo, ‘te desafío Cinthia a que te busques otra previa y no hables más de mí’”, quiso simplificar el periodista. “No es desafiar. Es decirle quedate con lo mejor, quedate lo que quieras, pero no hables más. Yo no quiero hablar, yo respondo nada más. Como se vive hoy todo, qué pasaba si yo le dejaba un año de deuda en el colegio. Yo voy preso", concluyó Baclini.