Miren qué cosa, que cosa más curiosa: los “mataron” por algo que pasó en un “vivo” de Instagram, la forma de comunicarse que se puso tan de moda en este tiempo de cuarentena que no termina nunca. Y aunque en el mismísimo fin de semana de Pascuas salieron a dar explicaciones, no hubo “resurrección” y un cierto manto de duda quedó sobrevolando en el aire.
Cuidado: el tema no es para tomárselo en broma. Se trata de uno de los peores azotes que sufre la sociedad en este y en otros tiempos: la violencia de género. De eso, de ser un violento con su mujer, acusaron al cantante canadiense Michael Bublé.
La cosa fue así. El intérprete y su esposa, la argentinísima Luisana Lopilato, enfrentaron la cámara con la intención original de entretener un rato a la gente haciendo un poco de todo. Cantar, contar anécdotas, hacerse alguna broma, y también interactuar con aquellos que los estaban viendo, que fueron unos cuantos pues ambos suman millones de seguidores en sus cuentas. Estaban muy pegaditos cuando él, en un movimiento que duró segundos pero fue captado enseguida por los “compuvidentes”, medio que la zamarreó de un brazo.
Las reacciones no se hicieron esperar. Pasaron unos pocos minutos y Michael Bublé ya era tendencia número uno en Twitter. Unos pocos lo defendían con el argumento de que el muchacho es algo hosco de movimientos, pero la enorme mayoría lo acusó de machito, violento y castrador con ella.
No sólo eso: refrescaron viejos videos en los que ya había tenido actitudes similares o cuanto menos parecidas a esta, y hasta remarcaron uno en el que Bublé, creyendo que la cámara se había apagado, le dice algo en inglés que si se traduce literalmente puede entenderse como “te voy a matar”.
Para completar el círculo acusatorio, salió a la luz la relación anterior a la de Lopilato del canadiense. Bublé siempre tuvo fama de rompecorazones (algunos lo llamaron “el sucesor de Frank Sinatra”, y otros “el Luis Miguel del norte de América") y antes de conocer a nuestra estrella fue pareja de Emily Blunt, una actriz de fama mundial. Luego de un tiempo, ella lo acusó a él no de ser un caballero, precisamente.
La bola creció tanto que la propia Luisana Lopilato debió tomar la posta y también por redes sociales emitió una especie de “comunicado” en el que defiende a su marido. “Con mi marido salimos todos los días a hacer vivos para llevarles un poco de alegría, entretenimiento, añoranzas, y tenemos que soportar escuchar y ver lo que publican personas malintencionadas que salen a hablar cualquier cosa sin conocer nada de mi familia. Después de todo el dolor que pasamos con Mike, quiero que sepan que no tengo dudas de quién es mi esposo y lo volvería a elegir una y mil veces. No es justo. No voy a permitir que le falten el respeto a mi familia, y dejo para Dios las consecuencias”, escribió Luisana, y detrás suyo se encolumnó toda la familia.
Sus dos hermanos, Darío y Daniela, salieron a bancar al canadiense, y ambos destacaron lo unida que es la pareja de Luisana y Mike.