Instalado en Atlanta, Estados Unidos, hace cuatro años, Adrián Sack es corresponsal para América 2 y Vivo el sábado, por América 24. Allí, el periodista vive con su esposa y sus dos hijos, y transita la pandemia de Coronavirus en el país con más casos de infectados y fallecidos, a nivel mundial.
"Hay una falso dilema de como se ve a USA desde la Argentina. No es que Donald Trump eligió entre la economía y la salud. Antes de ser presidente, es empresario. Y si bien es cierto que está muy enfocado en lo segundo, la voluntad de volver a trabajar es de la gran mayoría de los estadounidenses. Tenemos veintidós millones de personas con problemas de empleo, entre despedidos y suspendidos", comenzó.
"La orden que está poniendo Trump a partir del 1 de mayo para ir saliendo de las casas, será en tres etapas, escalonadamente. Pero no es algo solo de Trump, lo que el trata es de sobrevivir políticamente… Pasar del crecimiento que estaba teniendo el país hasta comienzos de año a la recesión y posterior depresión económica, es muy fuerte”, analizo.
-¿Qué medidas gubernamentales fueron acertadas y cuales, no?
-Trump tomo una primera decisión que fue bastante acertada: la de cerrar el ingreso de ciudadanos chinos y a los viajeros que estaban en China, ponerlos en cuarentena. Ahora, por el lado de Nueva York, fue un desastre porque demoró en cerrar el espacio aéreo con Europa y eso hizo que muchos ciudadanos que estaban en el extranjero vuelvan rápido y no se pudiese controlar la situación. Y se transformo en una tragedia humanitaria.
"Vivo en un barrio de casas donde la población sale a trotar y no tiene contacto con gente, se esquivan entre sí".
-Estados Unidos sigue siendo el país con más casos confirmados y fallecidos. ¿Cómo es la situación en el Estado de Georgia, donde estas vos?
-El brote en Atlanta estalló en marzo, después de tres funerales de la comunidad afroamericana. Ellos están acostumbrados a hacerlos de forma masiva, con mucha convocatoria de gente. Eso hizo que la enfermedad se expanda entre su comunidad y la de los latinos. Acá hay mucha circulación en auto, es un móvil en el que la gente confía mucho como medio para no contagiar. Vivo en un barrio de casas donde la población sale a trotar y no tiene contacto con gente, se esquivan entre sí. Yo solo salgo a negocios de proximidad y cuando voy a la avenida, lo hago con barbijo. Pero no hay límites para sacar a pasear al bebe, a que los chicos salgan con la bicicleta y eso aliviana el miedo. Si lo tenía cuando iba al supermercado, que ahora lo reemplace por el sistema de que me traigan todo lo que necesitemos a casa, por diez dólares por mes, sin abusar, claro. Y tampoco es que, acá, la gente quiere interactuar, se cuidan mucho con lo de la distancia social.
-¿Cómo “manejas” el miedo a contagiarte?, ¿te condicionan en lo que podes o no contar?
-Nadie está libre, yo no lo estoy, tengo cierto temor… Para trabajar no toco otras superficies. Estoy siempre con mi trípode, con mi cámara, no interactuó con otras personas, sólo hago reportes. Por supuesto que me limita y me aburre no hacer entrevistas y estar siempre en el mismo lugar pero tengo que cuidar a mi familia. Acá no se ponen en alto las predicciones malas respecto del número de muertos en el país. Muchas veces, ves que algunas noticias bajan muy rápidamente de los titulares, no están insistiendo en temas que desmoralicen mucho. Los medios de cada país, por más libertad que tengan, tienen que medirse a sí mismos. Quizá, la ventaja de un corresponsal extranjero, como es mi caso, es que puede contar más cosas de la que los medios locales, y eso siempre me gusto.
"La ventaja de un corresponsal extranjero, como es mi caso, es que puede contar más cosas de la que los medios locales, y eso siempre me gusto".
-¿Cómo es tu cotidiano allá, en épocas de pandemia?
-Vivo en una casa de tres plantas, con un sótano grande que tiene playroom y donde me instale, también, un gimnasio. Normalmente, estoy bastante en casa, más allá de la epidemia. Salgo para hacer reportes o entrevistar gente. Mi mujer que es ingeniera industrial ahora está trabajando desde casa con teleconferencias, videos con mensajes motivacionales para el personal. Se adaptó bastante pero extraña ir a su oficina. Los chicos hacen escuela a distancia, siguen horarios bastante estrictos, las clases son en vivo. No usan Zoom sino otros programas específicos que son para educación, ven a sus compañeritos y tienen que cumplir con el programa escolar. Es un sistema de enseñanza bastante diferente al de Argentina en cuanto a cómo los preparan, tienen hasta oratoria, les enseñan a hablar. Más que a llegar a un resultado, les enseñan a focalizarse en cómo resolver un problema. Tienen mucha tarea y que explicar cómo resuelven las cosas. También, a través de la Tablet, toman clases particulares de piano y lo mismo, con las de japonés.