Si antes era la leona, ¿cómo habría que calificar ahora a Carmen Barbieri, que después de transitar tantas y tantas le pone el pecho a la cuarentena y al cáncer de intestino de su hijo Fede Bal?
Hasta "la reina de la selva" parece quedarle chico. En un desgarrador testimonio que brindó al programa Polino auténtico, que conduce Marcelo Polino por Radio Mitre, habló de todo.
“Es muy duro todo. Lo que le está pasando al mundo, y encima en mi caso me agarró en un momento tremendo. Imaginate a Fede que tiene que hacer un tratamiento solo. Sofía lo quiere acompañar, porque tiene permiso, pero él prefiere que se quede para no exponerla. Pasan la cuarentena juntos”, arrancó la artista.
A lo largo de la charla, Carmen se detuvo varias veces en Sofía Aldrey, su nuera. Siempre, para llenarla de elogios. "La que me tiene informada es ella. Me cayó del cielo esa chica. Le hace el pan a la mañana, le da las 10 pastillas que toma por día, se hizo un almanaque con los horarios. Limpia la casa, es organizada. Ella cocina mejor que yo. Se hicieron veganos”, informó Carmen.
Luego recordó cómo se dio la historia de historia de amor: “Ellos se conocen hace mucho tiempo, desde que son chiquitos. Jugaban y todo en el Hermitage, corrían por el hotel. Nunca tuvieron nada, solo ahora en el verano. Ella fue la que lo obligó a hacerse el estudio. El no quería y Sofía lo llevó de la oreja. Le habló al padre y fueron a ver a los mejores especialistas”.
“Ahí le dijeron que estaba enfermo y tengo que reconocer que cuando me dijo “tengo cáncer” fue el golpe más grande que recibí en la vida. A mi se me murió mi mamá, pasé la enfermedad con Santiago y ahora su muerte, pero que venga un hijo y te diga que tiene esa enfermedad es tremendo, lo peor”, se lamentó.
Con respecto al tratamiento, indicó que “es bastante fuerte, porque es quimioterapia con rayos al mismo tiempo. De lunes a viernes los rayos, el sábado descansa, y la quimio todos los días, con pastillas. Y así durante seis semanas. Pasó lo que dijeron los médicos: hace una semana que viene con dolores, no se siente bien, está muy cansado, duerme muchísimo, está muy debilitado”.
En ese sentido, remarcó que “no lo puedo abrazar ni acompañar. Hace dos o tres días lo vi a través del vidrio y me pareció que está muy delgado. Es muy fuerte no poder abrazarlo. No estoy dando notas porque me quiebro, no puedo terminar ni una frase que me pongo a llorar”.
“Con su entereza Fede me enseñó a perderle miedo a la palabra cáncer. Casi todo el mundo lo acompaña, pero hay gente muy mala que dice que está usando la enfermedad para promocionarse. El me dijo “mirá mamá, salí a hablar para que la gente tome conciencia, para que supieran de mi boca lo que me estaba pasando”, destacó Barbieri.
A pesar de la situación dramática, mantiene la esperanza. “Parece que lo agarraron a tiempo. Es muy grande el tumor, maligno y muy cerca del recto. Fede tiene fe. Hablé con el médico y me dijo “Carmen quédese tranquila que lo que estamos haciendo es reducir el tumor para operarlo. En el 30 por ciento de estos casos, se reduce de tal manera que desaparece. Le estoy pidiendo a todos que pase eso”.
Antes de cortar, sorprendió: “No dejen de llamarlo. El me dijo “estoy tan asombrado de que Marcelo Tinelli no me llamó ni una vez. Me llamó todo el mundo mamá, y Marcelo no. Yo le dije que debe estar ocupado, y él me dijo “pero no mamá, trabajé tantos años con él, y ni una vez. Me llama Mirtha todo el tiempo, me llama Graciela Borges, pero Marcelo nunca”. Se ve que se fija quien lo llama y quién no”.