Siempre soñó con formar una familia. Convertirse en padre era uno de sus mayores deseos. Por eso, Marcelo Polino no dudó en apostar a la adopción. Muy ilusionado, inició los trámites. Una y otra vez, imaginaba el momento en que el un niño o una niña entraría en su vida. Lamentablemente, el periodista desistió. Exacto, se alejó de la idea de la paternidad.
Para sorpresa de todos, Marcelo reveló en la mesa de Mirtha Legrand por qué decidió no seguir con los trámites de adopción. "Tenía que renovar por tercera vez una carpeta para anotarme, porque cada dos años hay que volver a hacer todo el trámite. Tenés que hacerte todos los estudios físicos. Tenés que presentar una declaración jurada de bienes, mostrar dónde va a vivir el niño y es muy invasivo. Yo lo soporté dos veces y ahora iba a ser la tercera, pero desistí. Fueron seis años”, explicó.
Algo triste, el conductor reveló que se comunicó con las altas esferas para plantear lo engorroso que es el trámite y explicó por qué no aceptó adoptar hermanos: "Hablé con el Presidente y todos los gobiernos se conmovieron conmigo, pero nadie me dio nada. A rigor de la verdad, a mí sí me ofrecieron grupos de hermanos, tres y cuatro niños. Yo no tengo una capacidad desde la estructura, por la cantidad de trabajo que tengo y por la estructura de la adopción que es monoparental. Yo no tengo pareja y me parecería irresponsable tomar cuatro niños. Mi adopción aspiraba a un niño en preescolar para ayudarlo con la educación, la salud y eso no se pudo dar”.
Claramente, los invitados le pidieron que no abandonara su sueño de convertirse en padre. Convencido de que tomó la decisión correcta, él aclaró: "Me pasó el tiempo. Yo no soy la misma persona que hace seis años atrás. Cambió mi vida. Un ejemplo personal: mi mamá hace seis años podría colaborar conmigo y el año pasado no estuvo bien de salud. Yo ya tengo que estar pendiente de ella. Las prioridades van cambiando y la vida te va corriendo de lugar. Además, los chicos necesitan padres jóvenes”.
¡Qué lástima!
Por Agustina Rinaldi
Hace seis años que Marcelo estaba intentando adoptar un niño o una niña.
