Acostumbrado a dar malas noticias -es el columnista de policiales de Cortá por Lozano, en Telefé- Paulo Kablan pudo brindar, por fin, un par de informaciones positivas: después de anunciar a principios de abril que será abuelo, el periodista compartió con la conductora del ciclo, Verónica Lozano, que hace un año dejó de fumar y desde entonces se siente mucho mejor.
“Este cuerpito está cumpliendo casi un año sin fumar” dijo Kablan cuando en el programa se discutía un tema de candente actualidad cuarentenera: la falta de cigarrillos y el valor que alcanzaron los pocos atados que se consiguen. Un paquete de 20 puchos llegó a cotizar a 580 pesos en los kioskos de todo el país. Encima de que hace mal, es carísimo.
Oriundo de Entre Ríos (nació en Gualeguay, en el centro de la provincia) y de 50 años, Kablan se enorgulleció de haber dejado de pitar tabaco. “la verdad que me siente mejor, y me veo más lindo todavía eh” bromeó mientras sus compañeros celebraban junto a él.
“El olfato y el sabor son otra cosa. ¡¡Te cambian la vida!!” exclamó Kablan, mientras Verónica Lozano, sonriente, lo aplaudió con ganas. “La imagen de todos los que iban a C5N era la mía en la puerta fumándome un pucho” recordó Kablan, para quien fue determinante una noche donde salió con Mauro Z.
“Habíamos ido a un teatro en Adrogué con nuestras familias. Hacía un frío de locos. La obra era larguísima, no terminaba nunca, y yo estaba desesperado por fumar. Apenas terminó, me fui antes que todos a la puerta y prendí un cigarrillo. ¡Con ese frío! En el auto iba fumando con las ventanillas bajas, así que me putearon lindo. Entonces le dije a Mauro, “esto es una locura, no puedo seguir así, y dejé”, explicó. Hace un mes, había anunciado que se convertirá en abuelo por primera vez.
TAMBIEN EL DOCTOR TARTAGLIONE
Otro que saludó con énfasis a Kablan fue el doctor Jorge Tartaglione, quien se transformó en un panelista del envío desde que la pandemia de coronavirus se volvió un tema permanente en los medios argentinos.
Según Tartaglione, un hombre de voz serena y formas muy didácticas de explicar las cosas, “en la Argentina hay 8 millones de fumadores”. El facultativo los instó a dejar el vicio: “a los 20 minutos del último cigarrillo recuperás la presión y el ritmo sanguíneo normal, a las 24 horas la capacidad pulmonar volvió a ser normal, a los 3 años tenés el mismo riesgo de infarto que si no hubieras fumado nunca, y a los 10 años la misma posibilidad de contraer cáncer de pulmón que si nunca hubieras agarrado un pucho".
Trartaglione recordó que “en casa éramos todos médicos, y todos fumadores. Un 31 de diciembre, a mi papá le agarró un dolor muy fuerte. Lo llevamos a la clínica, le hicimos una placa y cuando lo vimos comprendimos que se iba a morir. El viajó a Estados Unidos a probar con un tratamiento experimental, y cuando volvió me dijo “yo me muero, pero te traje un tratamiento para que dejes de fumar. Desde el 89 que no volví a tocar un cigarrillo”.