Silvina Luna es una buena invitada a los programa de tevé cuando “tiene ganas”. Su vida la llevó por muchos carriles y, cuando quiere, la modelo ex Gran Hermano abre su corazón y cuenta detalles hermosos de su pasado: eso pasó en Avanti, el ciclo de Nico Magaldi en KZ0.
“Mis papás eran bastantes chicos, adolescentes en lo que fue mi crianza y su modo de relacionarse. En mi casa se armaba bastante bardo. Mi papá no era muy cariñoso. No tengo registro de afecto, pero después entendí de dónde venía él o cómo demostraba su amor. Trabajaba en metalúrgica desde los 13 años y mi mamá era ama de casa", comenzó Luna sobre sus días en Rosario.
"Era picante el ambiente. Me crié como pude. Lo fui entendiendo de grande, y ahora más que nunca. Me di cuenta de las cosas que iba repitiendo. Salir de eso y tomar otras decisiones te lleva mucho tiempo", explicó ante una consulta sobre la violencia de Magaldi.
Y agregó: “Mi mamá sufrió violencia de género cuando yo era chica. Mi papá no estaba pasando un buen momento, tenía un problema de adicciones. Entonces yo, no lo justifico, pero entiendo desde qué lugar lo hacía. Por suerte después pudo revertir esa situación".
PERDONAR EL PASADO
Después, la modelo, que hoy vive en un coqueto departamento en Puerto Madero, habló sobre la muerte y una mejor relación con su papá: “De grande mi papá se empezó a acercar a mí. Pudimos tener una relación muy linda, de amistad. Eso fue sanador para mí y para él. Tengo ganas de tenerlos cerca para hablar y contarles cosas, en especial las lindas".
Y en el final se sinceró: "A pesar de todo yo siempre fui muy alegre. Estaban como los roles invertidos. Yo era como el sostén de ellos. Por eso hay etapas que no viví. Salí a trabajar a los 13 años, era muy independiente. Yo los perdono y les agradezco por haberme dado la vida".