Rebeca Hwang es ingeniera, inversora y emprendedora. Nació en Seúl, ciudad capital de Corea del Sur, pero poco tiempo después su familia se trasladó a Argentina, país en el que vivió durante su infancia y adolescencia. Estudió en el Colegio Nacional Buenos Aires y continuó su formación académica en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y en Stanford. Fue reconocida como una de las Jóvenes Líderes Globales del Foro Económico Mundial y es una de las emprendedoras más destacadas de Silicon Valley, en donde lidera proyectos desde 2003.
En una charla que tuvo lugar en el auditorio de la Fundación OSDE y fue moderada por José del Río, Hwang abordó los distintos interrogantes de un tema amplio y complejo: la inteligencia artificial y su potencial para cambiar el mundo tal y como lo conocemos. “En los últimos 25 años no vimos una revolución tecnológica como esta. Lo que está pasando hoy en el mundo de la innovación es vertiginoso”, advirtió la experta.
Aplicaciones como Instagram, que ya casi todos usamos, tardaron un año y medio, casi dos, en alcanzar los 100 millones de usuarios. ChatGPT, creado por la organización OpenAI, alcanzó ese número en un día.
Rebeca Hwang, experta en innovación e inteligencia artificial
Una puerta de entrada hacia la expansión humana
La tecnología suele cambiar las reglas del juego y el éxito frente al cambio depende, en gran medida, de la capacidad para adaptarse. En este sentido, una de las preguntas más frecuentes al encontrarse frente al crecimiento constante de la inteligencia artificial es de qué forma modificará nuestras vidas. No solo en el ámbito del trabajo, la movilidad o la salud, sino también en la educación y la crianza. “Mis hijos no me preguntan mucha información factual. Ellos van directamente a Siri o le preguntan a ChatGPT”, explicó Rebeca.
De este modo, una vez más la relación humano-máquina es el foco de la conversación. La experta asegura que este vínculo se va a transformar a medida que la tecnología se incorpore en los distintos rubros. “La inteligencia artificial no es un tema de tecnología sino de expansión humana”, afirmó Hwang. A partir de este concepto, sostuvo que es fundamental entender “cómo amplificar el atributo humano”, aquello que las máquinas todavía no han podido replicar: la creatividad, la emoción y las conexiones que logramos los unos con los otros. “En todos los ámbitos en los que el ser humano tiene un rol, hay que potenciar lo que la máquina no puede hacer”, explicó Rebeca.
El rol humano en el nuevo escenario
En un mundo que ya cambió y que, en palabras de Hwang, se encuentra “en la cúspide de lo que puede ser un punto de no retorno”, es necesario entender el rol humano de cara al futuro. “En un contexto tan particular que estamos viviendo como argentinos, el hecho de tomarnos un espacio para conocer cuales son las tendencias de tecnología y de innovación, nos parece apropiado para seguir creciendo y aprendiendo”, manifestó Cristian García Sarubbi, Director de Comunicaciones y Desarrollo Humano del Grupo OSDE, en diálogo con Para Ti.
Como organización nos define la palabra contención, porque somos el vínculo entre un prestador y un socio. Entender cuál va a ser nuestro rol en esta era de tecnología y qué ideas podemos incorporar para que esta relación de contención sea mejor, son desafíos que debemos analizar.
Cristian García Sarubbi, Director de Comunicaciones y Desarrollo Humano del Grupo OSDE
A su vez, García Sarubbi destacó la importancia de entender cómo van a afectar para bien este tipo de tecnologías y también qué potencial tienen en caso de ser mal utilizadas. Al respecto, Rebeca Hwang abordó la dualidad realidad-ficción que incorpora la inteligencia artificial y el dilema filosófico que representa el uso de la misma. "Hemos creado una tecnología con mucho potencial para hacer el bien, pero que sin control o limitaciones también puede ser usada en aplicaciones dañinas”, advirtió.
