¿Cuánta gente había en el Monumental? ¿80, 82, 85 mil personas? Bueno, toda esa muchedumbre veía a Argentina golear y bailar como nunca a Brasil y no cantaba ni por Messi, ni por Dibu ni por Julián, por Enzo, por MacAllister o por Scaloni. No, todos ellos, todos, del primero hasta el último, le cantaban a Raphinha. ¿A quién? A Raphinha, un delantero brasileño que cobró un altísimo protagonismo en la previa del partido porque prometió "una paliza dentro y fuera de la cancha si es necesario" y al final se fue con el c...orazón roto.
Pero la multitud no fue la única que se la cobró al atacante del Barcelona que llamó la atención más por su peinado rasta y sus bravuconadas que por lo que hizo con la pelota en los pies, porque prácticamente no la tocó y pasó totalmente inadvertido. Tres integrantes de la Scaloneta "se la devolvieron" una vez que el aplastante triunfo por 4-1 y la clasificación al Mundial de 2026 estuvieron consumados. Aunque el técnico no quería venganzas ni devoluciones, lo fueron a buscar.
Los que "hicieron justicia" fueron Dibu Martínez, Cuti Romero y Leandro Paredes, tres baluartes del equipo argentino desde el mismo momento en el que Lionel Scaloni se hizo cargo de su comando. Mientras la hinchada, a pleno, gritaba un poco "Dale campeón", otro poco "seguí bailando, Brasil, seguí bailando" y otro rato "poné a Raphinha la puta que te parió", ellos observaron que el delantero se iba de la cancha sn que nadie "lo saludara" y lo fueron a buscar.
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Raphinha se iba del verde cesped como quien sale de una fiambrería después de comprar 150 de cocido y 150 de queso mantecoso. Caminando como si nada. Hasta que desde el arco llegó Dibu Martínez a la carrera y no le dio la mano ni le deseó suerte para el futuro sino que prácticamente se lo llevó por delante como si fuera una locomotora (o un tren entero) sin freno ni deseo de pararse.
ASI SE VENGARON DIBU MARTINEZ, CUTI ROMERO Y PAREDES DE RAPHINA, QUE PROMETIO UNA PALIZA DE BRASIL A ARGENTINA
Medio desestabilizado por ese "camión con acoplado" que le había pasado por encima, Raphinha no tuvo tiempo de recuperarse porque ya estaban ahí tanto Paredes como Cuti Romero para "certificar" que el muchacho se llevaba un "recuerdito" para la tierra del samba, la caipirinha, el carnaval más frenético del mundo y el mítico estadio Maracaná. Raphinha apuró el pasó, pero no había forma de eludirlo.
Cuti es un jugador macizo, rudo, áspero, guerrero, batallador, fuerte, "leñador" digamos. Cuando lo tuvo a tiro a Raphinha le tiró una manito como al pasar y por las dudas "aseguró" con un mínimo puntapie. "Nada" para las murras que suele aplicar cuando sale de la cueva y va a cortar a los costados. Paredes fue el más piadoso de los tres, pero terminó de darle "una lección" a Raphinha, que ahora probablemente piense las cosas dos, tres o cuatro veces incluso antes de decirlas.
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