Franco Colapinto ha logrado capturar la atención de fanáticos y expertos de la Fórmula 1 tras sus destacadas actuaciones en circuitos de alto nivel. A sus 21 años, ya ha competido en dos Grandes Premios con el equipo Williams, lo que marca un hito importante para su carrera y para el automovilismo argentino. Sin embargo, detrás de este éxito, hay una figura clave que ha sido fundamental en el desarrollo de su trayectoria: su padre, Aníbal Colapinto.
El papel de Aníbal en la vida y la carrera de Franco ha sido decisivo desde los primeros días del joven piloto en el mundo del karting. Apasionado por los autos y el automovilismo, Aníbal inculcó en su hijo desde pequeño el amor por la velocidad, algo que los llevó a compartir incontables momentos en las pistas. Pero más allá de la pasión compartida, el compromiso de Aníbal con el futuro deportivo de su hijo ha sido notable.
Según contó en una entrevista en el programa Paga Dios de Pop Radio, el padre de Franco reveló los sacrificios que hizo para apoyar a su hijo, incluyendo la venta de una propiedad para financiar los primeros pasos de Franco en las competiciones europeas, como la Fórmula 4 Española, donde fue campeón en 2019.
"El sueño de Franco siempre fue llegar a la Fórmula 1, y verlo lograrlo es algo increíble para toda la familia", comentó Aníbal durante la entrevista. "No cualquiera llega a la Fórmula 1, especialmente siendo sudamericano, donde las oportunidades suelen ser más limitadas", sumó.
La realidad de Franco es, sin duda, una excepción en el panorama del automovilismo, y su talento ha sido respaldado no solo por su familia, sino también por una creciente legión de fanáticos argentinos que lo siguen de cerca. Su padre también destacó este apoyo: "Franco es sumamente agradecido del apoyo de los fanáticos argentinos, quienes siempre lo han alentado desde sus inicios".
Las primeras participaciones de Franco en la Fórmula 1 no solo significaron un logro personal, sino también una muestra del potencial que tiene para competir al más alto nivel. Con actuaciones destacadas en circuitos como Monza, Bakú y Austin, donde logró sumar puntos importantes tras terminar en el octavo puesto, "Fran", como lo llaman sus allegados, ha comenzado a consolidarse como una de las grandes promesas del automovilismo.
Aníbal, quien también tuvo una notable carrera en el mundo del automovilismo argentino, sabe bien lo que significa estar en la pista. Compitió en diversas disciplinas, desde Speedway hasta Turismo Nacional, y llegó a ser propietario de un equipo en Turismo Carretera (TC).
A pesar de su experiencia, reconoce que el rol de padre de un piloto de Fórmula 1 es aún más estresante. "Ahora entiendo a mis padres cuando me decían que sufrían mucho cuando corría en moto. Se sufre mucho más desde abajo que desde arriba", confesó entre risas, reflejando el nerviosismo que siente cada vez que ve a su hijo competir a velocidades tan extremas.
En una reflexión más ligera, Aníbal también bromeó sobre la elección del deporte de su hijo: "Le decía a Franco: ‘Por qué no te habré dado una raqueta de tenis en vez de un karting’", comentó entre risas, destacando la alta presión y peligrosidad que implica el automovilismo en comparación con otros deportes.