Presidente de Sagai, Pablo Echarri (50) comanda la Asociación Argentina de Actores Intérpretes y cuenta como desde su fundación asisten a los adultos mayores del espectáculo nacional en medio de la pandemia. Papá de dos hijos, el artista también afirma qué cambios le gustaría deje el Covid-19 en la sociedad.
“Sagai nació no sólo nació para recaudar y repartir derechos de propiedad intelectual sino que en sus primeros años se tomó la decisión de crear la Fundación. No todos los socios reciben la misma suma, ni por las capas… Entonces, la fundación siempre se mostró como un organismo para tratar de acotar esa brecha entre los que más cobran y los que menos cobran", dijo en una charla exclusiva con Paparazzi.
"Esta situación que estamos viviendo es absolutamente novedosa y desconcertante para una actividad que tiene particularidades bastantes complejas en cuanto a lo laboral. Ante esta imposibilidad de poder andar por la calle y mucho menos meterse en un teatro, set de filmación, grabación o en los espectáculos que se dan en los centros culturales y la amplia gama de edades entre socias y socios, hace que la situación sea compleja, dura y bastante cruel", sigue.
Y afirma: "Sagai está haciendo lo que tiene que hacer. Por suerte, hay una cantidad de gente muy capaz comandada por María Fiorentino y Rodrigo Salamone que tienen un amor muy profundo por lo que hacen y después un conocimiento y talento para poder estar a la altura de las circunstancias”.
"Pusimos en marcha otro programa que implica un apoyo por problemas de salud, en un lapso de tiempo determinado, y de alimentos", AFIRMA.
-Los artistas hacen hincapié en que se sienten tenidos en cuenta por ustedes…
-Esto de las llamadas, del estar cerca de los compañeros y de las compañeras, sobre todo con los que están solos, es una parte. El contacto con cada uno es importante. Esa es la posibilidad que tenemos nosotros que somos una entidad de 7.000 socios, hay universos que son mucho más grandes que el nuestro. Llevamos adelante un plan de ayuda bastante integral que tiene que ver con alimentos, la posibilidad de generar alguna cuestión de trabajo durante la pandemia y apoyo en medicamentos. Me encanta y enorgullece lo que se está haciendo porque también es una posibilidad para conocer el universo del socio. Los problemas son personales. Cuando los compañeros o compañeras tienen un problema es único e irrepetible y necesita de una ayuda, tal vez, especial. Son casos en los que no se puede generalizar.
-Los especialistas hacen hincapié en que la cuarentena trajo un incremento de casos de violencia de género y se agudizo la situación de los abuelos…
-La pandemia trajo un recrudecimiento de lo mal que estábamos viviendo en el aspecto que sea de nuestra vida. Quien vive una situación de violencia ante una situación como esta, el único que puede suceder es el recrudecimiento. Si pensamos un poco en el tiempo que veníamos de zozobra económica y de crisis profunda entiendo que el colectivo de actores es un colectivo castigado y esto también profundiza su drama. Por supuesto que con lo de la violencia no se puede comparar porque ahí hay una situación puntual que lo único que hace es agregarle dolor a la crisis económica. Pero como en todos los colectivos también están los adultos mayores que empieza a mermar o bloquear su capacidad de trabajo y eso generar conflictos o necesidades. Esto que estamos viviendo con la pandemia es algo muy nuevo, impactante.
"Si pensamos un poco en el tiempo que veníamos de zozobra económica y de crisis profunda entiendo que el colectivo de actores es un colectivo castigado y esto también profundiza su drama", EXPONE PABLO.
-¿Qué acciones concretas está haciendo la fundación para la gente mayor?
-La fundación ya otorgaba, de por sí, distintos beneficios a los compañeros, uno puntualmente a los mayores de ochenta años, un reconocimiento, subsidio anual de un monto determinado. También, a compañeras embarazadas. Y con la pandemia pusimos en marcha otro programa que implica un apoyo por problemas de salud, en un lapso de tiempo determinado. Hoy, también, hay un problema concreto que es el acceso a ciertos medicamentos, en general por falta de dinero y ayudamos en eso. Y, en algunos casos, alimentos. Y estamos en el umbral de generar trabajo realizando actividades vía Instagram y otras redes sociales mediante lecturas de textos y distintas actividades artísticas que se les va a pagar a los compañeros. Es una forma, además, de darles un espacio de creación y que, a partir de eso, venga la remuneración, lo cual tiene otro valor. Y lo que vaya saliendo, de acá en adelante… Esta pandemia supimos cuándo comenzó pero no sabemos cuándo termina. Y tenemos que poder regular esa ayuda que damos porque las fuentes de Sagai no son inagotables. Estamos agradecidos de poder estar presentes.
-La Casa del teatro pasa por una situación muy delicada…
-Sagai hizo un aporte a la Casa del teatro que tuvo que ver con algunos insumos, sobre todo alimenticios. Veo y se porque me llega información de que hay varios grupos que están llevando adelante el pedido de alimentos y poniendo en marcha el aparato solidario. Recomiendo que en esto de la donación, por ahora, traten de canalizarlas en la Asociación Argentina de actores o las asociaciones que ya lo están haciendo que, aseguro, van a llegar a las manos de los artistas porque están integrados por gente idónea. Es muy factible que, en los próximos pasos, nosotros también tengamos que abrir el juego y podamos hacer una convocatoria más amplia. Por ahora, Sagai va ayudando dentro de lo que son sus recursos.
"Nosotros perdimos al Negro Fontova hace unos días y no pudimos ir a despedir al Negro. Y estamos muy tristes por no haberlo podido hacer", REMEMORA.
-Días atrás empezaron a trasladar abuelos contagiados en geriátricos.
-La cara más cruel de la pandemia es un familiar, es la del hijo que no puede despedir a su madre o no la puede acompañar en sus últimos momentos. Esa posibilidad es desgarradora, definitivamente dolorosa. Nosotros perdimos al Negro Fontova hace unos días y no pudimos ir a despedir al Negro. Y estamos muy tristes por no haberlo podido hacer. Es una realidad que tiene que ver con estos efectos bastantes impredecibles del virus. De todas formas, creo que en líneas muy generales está siendo maravillosamente bien contenido. Están empezando a salir algunos casos que son dolorosos y lamentables como puede estar sucediendo en algunos sanatorios o en algunos geriátricos y estoy seguro de que la cuestión va a recrudecer. Confió en quienes están llevando adelante los aspectos sanitarios de aprender muy rápido, sobre la marcha, para poder aislar el problema todo lo que se pueda y aprender de la cuestión para mejorar las condiciones. Pero me parece que estas cosas que estamos viendo van a suceder en una magnitud más grande. Por eso, es tan importante esto de quedarse en casa, de lavarse las manos, de mantener la distancia social recomendada y hacer cuarentena si uno puede. Parece tan dicho pero es, insisto, central. Aunque la cuarentena se dio en tiempo y forma, según mi opinión, cuando termine todo esto vamos a tener un panorama muy feo y lo vamos a recordar con mucho dolor.