Con una prometedora carrera en el mundo del espectáculo, Adriana Aiello Ambrugna dejó el modelaje y el cariño del público como secretaria de Tato Bores para formar una familia y dedicarse al mundo empresarial.
Hace dieciocho años que está instalada en Miami junto a su esposo y dos hijos, y tiene una prestigiosa empresa de Real Estate con la que compra y vende casas y departamentos.
“Teníamos pasajes para viajar para el 13 de septiembre de 2001. Esos días veíamos la casa que íbamos a comprar para quedarnos. Pero las Torres Gemelascayeron el 11 y no pudimos viajar. Se vino todo un cambio porque no se sabía qué pasaba con el tema de los aviones y recién nos vinimos a los Estados Unidos al año siguiente”, recuerda.
“Con mi esposo tenemos 57 años, pasamos muchas crisis en Argentina y sentía, porque tengo una relación muy especial con Dios, de que nos íbamos a ir. Y un día, estudiando diseño de interiores, manejando para la Capital Federal, sentí que Dios me habló después de que había estado orando de que nos teníamos que venir”, cuenta desde Miami.
“A los dos días prendí una radio cristina, y apareció alguien diciendo que ese mensaje era para la mujer que estaba orando, que se tenía que ir de viaje. Entonces, armamos todo y nos vinimos a la aventura. Fue el empujón a una decisión que veníamos evaluando”, dice.
"En Argentina construíamos casas y teníamos fábrica de tejas. Y cuando llegamos acá, el primer negocio tuvo que estar enfocado en sostener la residencia", recuerda la ex modelo.
“Nosotros estábamos muy bien allá, pero vinimos a empezar de nuevo, con 39 años mi esposo y yo. Teníamos algo de dinero, pero era un idioma distinto. Europa es hermosa pero como es Estados Unidos a nivel funcionalidad, no hay con que darle”, afirma.
“Acá hay una economía que incentiva mucho a la inversión y al desarrollo, y eso es lo que nos gustó. Nosotros estamos al norte de Miami porque para mí era esencial el tema de los colegios. En Buenos Aires iban a un colegio privado, al lado del country. Y esa era una de las cosas que me preocupaban… No quería que vivan una vida irreal. Quería un lugar donde los chicos puedan ir en transporte escolar, que sean buenos colegios pero no privados, que compartan con todo el mundo, y así fue. Querían que se relacionen con todos los niños, que hagan amistad por lo que son, no por lo que tienen”, describe.
“En Argentina construíamos casas y teníamos fábrica de tejas. Y cuando llegamos acá, el primer negocio tuvo que estar enfocado en sostener la residencia. Armamos una empresa de importación y distribución de pisos. Con mi marido veníamos con mucha cintura para manejar la economía, por vivir en nuestro país”, contó la ex modelo.
"Europa es hermosa pero como es Estados Unidos a nivel funcionalidad, no hay con que darle", cuenta Adriana.
“Al tiempo empecé con remodelaciones y diseños y después me fui enfocando en Real Estate, que es mi actual ocupación. El real se basa en la confianza. Los clientes confían en mi honestidad y experiencia para invertir su dinero, buscar su negocio o elegir una propiedad para empezar una vida nueva. Yo brindo un asesoramiento completo, apoyada en abogados y contadores, por más que yo tenga muchos conocimientos”, cuenta la amiga de Natalia Denegri.
Y cierra: “Mis hijos trabajan en la empresa familiar. Todo lo que tenemos fue con mucho trabajo, sacrificio, trabajando 24x7. Gracias a Dios y todo el trabajo que hicimos, estamos muy bien posicionados en el negocio inmobiliario”.
