Paris Jackson nació bajo la lupa del ojo público al ser la hija de Michael Jackson y su enfermera Debbie Rowe. La única hija mujer del rey del pop vivió una adolescencia complicada, hoy tiene 26 años y se destaca con su ángel especial en las pasarelas pero, también, cuando agarra una guitarra.
Al igual que su padre, Paris nació con talento para la música, un don que explota sin timidez arriba de los escenarios y en los videos que suele compartir en sus redes, donde muestra un perfil que combina el glamour del mundo de la moda y un estilo muy peculiar, algo trash.
Es que la hija de Michael, hermana de Bigi “Blanket” y Prince Michael, no solo heredó la fortuna del músico que murió el 25 de junio de 2009, sino una voz singular con la que en 2020 lanzó su primer álbum de estudio, Wilted. Además, Paris debutó como actriz en diversas producciones y series.
Pero no todo es un camino de rosas para la heredera de Michael Jackson. En 2017, la joven reveló a la revista Rolling Stone que tuvo intentos de suicidio. "Fueron varias veces, pero solo una salió a la luz. Me odiaba a mí misma, tenía muy baja autoestima, pensaba que no podía hacer nada bien y que no merecía vivir", dijo.
LA LUCHA DE PARIS JACKSON CONTRA LAS ADICCIONES
Paris tuvo una larga lucha contra la adicción a las drogas y en 2015 fue hospitalizada tras atentar contra su vida. Luego de ese momento, la joven empezó un camino para salir adelante que tuvo sus frutos en 2019, cuando se propuso arrancar seriamente su carrera.
Además, en ese momento empezó a revincularse con su madre, Debbie Rowe. “Es genial poder conocerla y ver lo parecidas que somos, saber la música que le gusta, que sea mi amiga. Tenemos una relación relajada y me encanta”, dijo la chica en ese entonces sobre ese acercamiento.